viernes, 16 de septiembre de 2022

EN EL BARRIO DE LA BOCA

 

Nos  habían advertido  que no nos acercáramos  por la zona. Hacía siete años  que el Boca Juniors no ganaba  al River Plate y la zona estaba tomada por la alegría y el entusiasmo de los xeneizes, que es así como se  llama  a  los genoveses en  su  dialecto. Genoveses  que llegaron en el siglo XIX para trabajar  en  el  puerto de  la  desembocadura o boca del Río de la Plata, de ahí el  nombre del  barrio. Fueron ellos  quienes  le dieron su fisionomía actual. Pintaron los conventillos  que compartían  con los restos de  pintura  que utilizaban para  pintar  los barcos.


Hemos comido en casa de Lorena: Pollo al horno y tortilla  de  patatas. Muy bueno todo. Y por  la  tarde nos dirigimos a La Boca, donde  la  resaca futbolera  todavía  se  nota. Es una  tarde  primaveral en  la  que  los turistas  visitamos  La Bombonera, el estadio del Boca Juniors. Más que un barrio, parece un pueblo, la República Independiente de La Boca. Merece  la  pena el paseo.


Eso sí, te recomiendan que lo hagas por  la  mañana. Por la noche este barrio, colorista y pinturero, lleno de tanguistas y de  terrazas, se  convierte  en un lugar  inseguro.


Nosotros lo hicimos por la tarde y Lorena se dio cuenta de  que  había  un  hombre  que  nos seguía a todas  partes. Al final, la  policía se puso  por medio y el susodicho desapareció. Lástima que  la  inseguridad sea  otra de  las  características de  algunos barrios de esta  hermosa ciudad.



Es hermosa la historia y el origen de este  barrio, junto al Riachuelo, que desemboca en el Río de La Plata y voy a narrarles un poco de ella a continuación:

A partir del siglo XVI, una serie de incursiones portuguesas en el Río de La Plata alertaron a la Corona española sobre la necesidad de defender la zona. Los portugueses, al igual que los españoles, codiciaban las riquezas del Nuevo Mundo y suponían que el inexplorado Río de la Plata podría ser un acceso directo hacia el  Océano Pacífico  o hacia el Perú, cuya riqueza deslumbraba a todos los europeos. La Corona española estimó que un puerto en el Río de la Plata sería el punto de partida para la conquista de nuevos tesoros y además evitaría la intromisión portuguesa.


Así, en 1536, una gran expedición encabezada por Pedro de Mendoza ingresó en el Río de la Plata y levantó un fuerte hecho con la madera del casco de uno de los navíos. El nuevo asentamiento se llamó Fuerte de Santa María del Buen Ayre: la primera Buenos Aires. Según la versión histórica oficial este fuerte se levantó en el actual Parque Lezama, o sea en el barrio de la Boca, aunque no hay un registro exacto que lo confirme y algunos autores sostienen que el verdadero sitio de fundación podría haber sido un poco más al norte.


Sin embargo, parte de la expedición continuó remontando el Paraná, mientras que el Fuerte del Buen Ayre sufría hambrunas y ataques, tanto de los animales nativos como de los aborígenes: el Río Matanza, Río Riachuelo desde el Puente de  la Noria hasta el Río de la Plata, debe su nombre a la feroz lucha que protagonizaron los europeos y los indios querandíes en 1536, en las márgenes de dicho río. El enfrentamiento culminó con la muerte de alrededor de mil aborígenes, contra veintisiete bajas españolas, incluyendo al capitán Diego de Mendoza.


Los españoles que continuaron remontando el Paraná fundaron el pueblo de Asunción  en 1537 y su Teniente de Gobernador Domingo Martínez de Arala  decidió convertirla en una plaza fuerte desde donde partirían las expediciones a la mítica Sierra  de la  Plata, es decir, Bolivia.. En el marco de este plan, Irala decidió que lo ideal sería destruir Buenos Aires y trasladar a los colonos a Asunción, donde el clima era más cálido y los aborígenes más amistosos. Sin embargo, los porteños y su Teniente de Gobernador, Francisco Ruiz Galán, se opusieron a la evacuación ya que las cosechas de maíz habían dado un alto rinde y los aborígenes no habían vuelto a atacarlos. Ante el desacato, Irala se trasladó personalmente al Río de la Plata para resolver el conflicto y así, la primera Buenos Aires, fue desmantelada en 1541.


Consolidada Asunción, partieron desde allí varias expediciones frustradas a la Sierra de la Plata, hasta que, finalmente, los españoles provenientes del Perú llegaron primero. El emplazamiento paraguayo perdió su razón de ser y la región fue desestimada por la Corona. Tras la muerte de Irala, Asunción buscó romper su aislamiento comercial, fundando nuevos pueblos hacia la costa atlántica que le permitieran comerciar con España. Así es que Juan de Garay  funda los pueblos de Santa Fe (1573) y Buenos Aires (1580).​



Hasta principios del siglo XIX, lo que hoy es el barrio de La Boca se mantuvo prácticamente deshabitado, siendo entre los años 1830 y 1852 cuando comenzaron a instalarse las primeras familias.
 

​ Al ser la zona de mayor entrada de barcos, a finales del siglo XIX se asentaron allí muchos inmigrantes italianos principalmente genoveses, que le dieron al barrio su fisonomía actual. De allí fue que a los residentes de La Boca se los conocía como Xeneizes (deformación de «zeneizi», es decir, genoveses , en su propio dialecto) y, años después, por extensión, los hinchas del club Boca Juniors se identificaron de la misma manera.


Por hoy, ya está bien de explicaciones. Nos encontramos en  otro barrio porteño. Sigan bien, que nosotros así lo estamos. Y déjense  de  tanto cuídate, que al fin y al cabo es una  mala  traducción del inglés. Mejor digan disfruta, que resulta mucho más mediterráneo. Hasta pronto, un beso.




 
























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