domingo, 1 de octubre de 2023

FINAL DE PARTIDA ASIÁTICA

 

La madre de mi prima Pepa Baixauli me contó hace muchos años que, cuando yo era un bebé de seis meses, mi madre me sentaba en el suelo sobre una piel de cordero, me daba un par de hojas de periódico y allí me quedaba yo, tranquilita, observando el negro sobre blanco. Supongo que ahí empezó todo.

Tengo memoria fotográfica. Soy tan pequeña que mi padre con su brazo extendido, sostiene mi barbilla con la palma de su mano. Vamos por la calle De la Iglesia de Sedaví. Es una tarde anochecida del mes de octubre. La plaza está llena de puestos que venden libros. Son las fiestas. Mi padre me pregunta si me gusta leer. Y tanto! Apenas he descubierto la lectura y todavía no sé de su poder, aunque lo intuyo. 

Pues si te gusta leer, el papá te comprará todos los libros que quieras. Siempre cumplió su palabra. 

Pero esta tarde anochecida, no hay libros para mi en los puestos. Los hojeo, no tienen dibujos, ni ilustraciones. Mi padre compra dos “Los comunistas y la religión “ y “Abuso de poder”.


Mi padre no sabe que nos ha atado con un hilo al libro y a mi. No tengo edad para leerlo. Lo olvidaré entre mis libros durante años. Cincuenta y cinco, para ser exactos. Hasta que un día llegará una señal.

No se me había pasado por la cabeza viajar a Vietnam. Fue mi prima Pepa Baixauli quien me hizo la sugerencia. El universo emite señales que hay que saber entender. De todos los viajes que he hecho este ha sido el más fascinante. No conocía Asía y me ha atrapado. El libro de mi padre me acompañó todo el tiempo. Yo tampoco entiendo qué se les había perdido a los norteamericanos en aquellas tierras. “Lucharon por la nada más grande de la historia “. El libro me hizo comprender.



Espero que esta no sea la última vez que visite Asía. Estoy atrapada por su espiritualidad, sus paisajes y su gente amable y honesta.

Nos esperan treinta horas de viaje hasta llegar a casa. Después siempre me da un bajón. Aunque por poco tiempo. En cuanto llegue, empiezo a dar clases en un instituto de Torrent. No es un CAES, pero se aproxima. Alumnado conflictivo y familias complicadas. Eso también forma parte de mi vida.


Los fines de semana, me quedaré quietecita en La Matandeta. Allí me encontrarán si quieren compartir una de mis infusiones y que les cuente alguna de las muchas historias que la gente me regala.

Si, allí estaré, en La Matandeta. Mi Itaca particular. Hasta el 6 de diciembre. Para entonces, tengo una cita de cuatro días en París. Adivinan con quién?

Ni se lo imaginan.

Gracias por seguirme, por sus comentarios y por compartir conmigo una forma de ver la vida.

Hasta pronto.