domingo, 25 de octubre de 2020

FACTUM EST!



 

Y llegó el domingo, 25 de octubre. Una mañana soleada, pero muy ventosa. A las siete  de la mañana, hora cambiada, ya andaba enviando amaneceres y recordando a  todo el mundo que, en La Matandeta, tocaba Buida la cambra. Vino a vender gente que ya nos conocía. Gente que era la  primera vez  que sabía  de  nosotros. Gente que preguntaba si era el primero Buida   que  organizábamos. No, llevamos siete años con esta  movida. Gente que vino a ver y almorzar. Gente que pasaba por la carretera y, ante tanto movimiento, se detenía por primera vez  en La Matandeta, a pesar de llevar toda  la  vida  pasando por delante de la puerta.

Gracias a todos por participar. Unos por vender, otros por comprar. Gracias, especialmente, a Toni Plà, presidente de  la  Asociación de Vecinos de Patraix y a todos los  vecinos de este barrio que  vinieron con él. Gracias a Isabel Teruel  y Mónica Clarí por acercarlos a La Matandeta.

Gracias a la chica que me  regaló el collar de su madre.  Me contó que era una mujer fuerte, positiva y risueña. Lo llevaré con orgullo y procuraré contagiarme  siempre  de su energía. A la mujer que me  regaló el socarrat, que pronto colgará del porche de la entrada. A la familia que me dio un collar de coral y el árbol de Navidad. A Leticia por el aguador de la entrada, por la chaqueta y ¡por la gabardina!

Mi amigo Enric Beltrán me dio los buenos dias con un ruego: No vendas la gabardina  amarilla.

No solo no lo hice, sino que tengo una más para que haga amigas en el  armario.

Y gracias a todos los que me habéis  animado a preparar otro Buida la cambra. Nos vemos. 

Salve y que todos lo paséis bien.



 








miércoles, 21 de octubre de 2020

¡NENA, BUIDA LA CAMBRA Y VEN A LA MATANDETA!

 


Los franceses son los reyes  del reciclaje. Lo empezaron a practicar avant la lettre, es decir, antes de que se pusiera de moda. De hecho, la palabra vintage es francesa.

Según el diccionario francés Le nouveau  Petit Robert, vintage significa, aparte de champagne millésimé, vêtement, accessoire de mode qui date réellement de l'époque d'origine, qui n'est pas la copie moderne d'un ancien moderne. Vamos, que vintage es auténtico, usado, reciclado, de segunda mano, pero auténtico.
Cuando llegué a Francia en septiembre de 2012 para cursar mi año Erasmus, descubrí los vide grenier. Y me entusiasmé con ellos. Aquí les dejo la entrada de mi blog que escribí con dicho descubrimiento.
¿Les gustó? ¿La vida es un vide grenier, un buida la cambra? Vaciarnos de muchos objetos que nos han acompañado, pero dándoles otra vida. Otra historia que contar, otra gente a la que acompañar. Manuel Múgica Laínez es un escritor argentino, ya  fallecido, que me  gusta  mucho. Su novela El escarabajo es protagonizada por un anillo egipcio que, hundido en el fondo del mar, cuenta su vida y la de sus poseedores. Desde la reina Nefertiti hasta una millonaria americana, pasando por la mano de uno de los asesinos de Julio César o la de Miguel Ángel.
Pues eso, si los objetos hablaran cuántas historias nos podrían contar.
Démosles vía libre. No los tiremos. Este próximo domingo, en el Buida la cambra de La Matandeta emprenderán otro vuelo.
El almuerzo popular se servirá entre las 9.30 y las 12 de la mañana. Dada la capacidad que tenemos y la gente que esperamos, no cogemos  reservas.

Salve y ustedes lo pasen bien. Les esperamos.


 




                                         






domingo, 18 de octubre de 2020

LOS PRIMOS BAIXAULI

Apellidarse en esta  zona Baixauli es como llamarse en otras García. Somos un montón. El curso Erasmus  que estudié en la Universidad Aix-Marseille, tuve una profesora catalana que nos daba la asignatura de Version/Thème. Un día me preguntó por qué mi apellido coincidía con el de algunos personajes de  las novelas de Ferran Torrent. Porque los dos somos del mismo pueblo, Sedaví.

 Vinieron a comer  mis primos segundos. Mis primos Baixauli. Ferran, que fue  alcalde de Sedaví por  Compromís y trabaja  como técnico de personal en Adif, siempre tiene un montón de  historias que contar sobre la familia. Yo recuerdo a su abuelo, el tio Jeroni, sentado  a  la  puerta de casa. Era tan afable  que todos  los sobrinos  pasaban por allí, a  saludarlo, aunque no fuera el trayecto de su ruta. Al tío Jeroni había que  ir a visitar porque sus chascarrillos y ocurrencias bien valían el viaje.

A Pepe, el Chaparro, lo contrataron  como sepulturero y fue todo emocionado y le dijo al tio:¡ Ahora, sí!Ahora  hay una  oportunidad en el cementerio, tio! Hay nichos nuevos a buen precio.

Y el tío Jeroni le contestó: Pero con dos puertas. Una para entrar y otra para  salir.


 Eran nueve hermanos. Uno de ellos se marchó a la mili. Escribía cartas  a casa y se reunían todos después de cenar. ¿Qué le contamos hoy? Que Concha  se ha puesto a festear. Que  Vicenta  se va a casar. Y que tus hermanos no te olvidan. Pero... ¿Eso suena a  muerto, no?

Contaba mi padre que, con tanto hermano y  en  tiempos difíciles, el último en  levantarse a veces no encontraba ya ropa  que  vestir ni zapatos que calzar. Ferran es como un narrador oral de  la familia. María, su mujer tiene  una  empresa de fotografía  industrial. Trabaja, sobre  todo  para empresarios del mueble, diseñando sus  catálogos.

La que está a mi derecha, es  mi prima Pepa, hermana de Ferran. Auditora. Compartimos edad y, en estos momentos, estado civil. Pero antes, durante  la  adolescencia compartimos  muchas más cosas. El primer top less en playas de  Ibiza, un viaje a Portugal, las sesiones de invierno del cine Venecia en Benetússer. Un frío que pelaba y nosotras tragándonos todo  el ciclo de  Fassbinder, como si no hubiera un mañana. Muchos miércoles  éramos las dos únicas asistentes.

Miro a Pepa y le encuentro la  misma expresión que el día  de su  primera comunión. La tomó ella sola, en  Valencia. Le veo la cara risueña, entrando en  la  iglesia  acompañada de sus  padres, las manos juntas, riéndose. Estaba tan desarrollada que no quisieron esperar  a  que cumpliera  la  edad reglamentaria. A mí me ocurría lo mismo, pero  tuve que  esperar  porque  se murió mi abuela. La  noche de la  procesión del Corpus Christi en medio de  la solemnidad y  el  silencio, un gilipollas me soltó ¿Dónde te has dejado al novio?

Me pongo a rebuscar entre viejos álbumes y solo encuentro la foto  de marinerito del primo Ferran. Recuerdo el convite en el Salón Quiquet, de Beniparell. Cierro los ojos y veo hasta el regalito que nos dieron un cabacet de cerámica, pintado de purpurina. ¡Dioses! ¿Por qué tendré tanta memoria para las pequeñas cosas?

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Saco mi  caja de Pandora. En realidad se trata de una vieja caja  de galletas danesas. Y en un acto irreflexivo, me  voy de la  mano de Proust en busca  del tiempo perdido.








Me  encuentro fotos de gente que ya  no está  en mi vida. Amigos de  la  adolescencia que han desaparecido. Mi madre, que murió con cuarenta y seis  años. Aquel  primer novio, el día  que juró bandera en Zaragoza. Y Tere, mi madrina de confirmación.
Si retrocedemos a  la primera  foto, la de los primos Baixauli, al lado de  Pepa, está  Toni Baixauli, que en realidad nos  es primo, sino nuestro tío. Ahora  está  jubilado. Tere era  su mujer. Murió hace cuatro  veranos. Recuerdo que yo estaba  en Fontanars, cuando me avisó Ferrán. No tenía ni idea  de que estuviera enferma. Me hice aquella tarde doscientos kilómetros. Cien para ir y cien para  volver. Cuando Toni me vio en el tanatorio de Massanassa me dijo: Está mal que lo diga en estas circunstancias, pero me alegro mucho de verte.


Tere y Toni me  llevaron por primera vez al estadio del Levante a un concierto de  Al Tall. Transición democrática. Miles de cerillas y mecheros encendidos. Tere nos  hablaba aquellas tardes de sábado de libertad, de respeto, de democracia. Fue la primera persona en mi vida que me me  vaticinó tú sirves para  trabajar con la  gente.
No quiero seguir. Tengo la certeza de una conclusión. Todos los años, habrá comida de primos Baixauli. Encontrarnos solamente en las ceremonias del adiós, no me  interesa para  nada. Prefiero celebrar la  vida. 
Salve y ustedes  lo  pasen bien.





domingo, 4 de octubre de 2020

LOS FLAMENCOS SABEN DE FILOLOGÍA

 

Lo bueno de vivir en el campo es  que te  aislas cuando quieres. Lo malo es tener una  casa  abierta, invita a presentarse cuando a uno se le   antoje. 

Yo volvía tan tranquila a mediodía de dar mis clases y Helena me anunció que me  esperaban a  comer. ¡Pero si ya me he  tomado un bocadillo!¡Solo quiero una siesta!

Habían llegado Aurora y Fran, del restaurante La Herradura,  Los Montesinos, Vega Baja, Provincia de Alicante. Estuvieron en el Palau de la Generalitat, junto a la Cruz Roja de su zona. Recibían de manos del  presidente Ximo Puig, un premio por su colaboración durante el confinamiento. Habían servido diariamente quinientas raciones de comida. 

Aurora  y Fran son dos luchadores. Gente que siente lo suyo y  su pelea por la vida la convierte en oficio. 

La comida estuvo preparada por los dos chefs, Rubén y Aurora. Y los demás, incluidos los niños, contribuyeron con los complementos.

La segunda parte de la visita de nuestros amigos, consistía en un paseo en barca por el lago de La Albufera. ¿Vas a venir, madre? Era con Paco Baixauli Mena. Por supuesto. Con Paco, siempre se aprenden cosas nuevas.


Son las  seis y media  de  una  tarde de  finales de septiembre. Hace  un tiempo apacible. Paco nos  espera para llevarnos hasta El Lluent. Salimos por el canal de Silla y Paco comienza su  relato... La Vía Augusta  pasaba por Silla. Era  el trayecto más cercano al mar. La Vía Augusta era como el AVE de la época. Además, nuestro tramo se convirtió en parte de La ruta de  la seda, una ruta que se iniciaba  en Asia, por la que se transmitieron conocimientos y también enfermedades.



La Valentia Romana es la Balanzilla de los árabes. En árabe arroz es al-rus. En árabe Al-Sucar es azucar. El Júcar. El Xucre. Durante los siglos XV y XVI las  barcas en Valencia estaban hechas de  madera Al-Llud, madera.


En el Delta del Nilo se cultivaba arroz, cultivo que les llegó de la India. De ahí los árabes lo trajeron a la Península. Conforme aterraban fueron creando el puerto  de Silla. La Albufera, que significa  el lago del lago, llegaba hasta  la calle de  Las Barcas de la ciudad de Valencia.


La erudición de  Paco Baixauli Mena sigue y sigue. La primera referencia  que tenemos  de las tierras de  Valencia es un marinero marsellés. Él habla de Querconesus, que significa Península. Debe  tratarse de Cullera. En esa montaña había desaparecido una civilización sobre  el siglo IV a.C.



AñPadir título

Pasar una  tarde con Paco Baixauli Mena es como participar en un curso acelerado sobre erudición. Sabían ustedes que el alfabeto griego viene del fenicio y que la  letra Beta significa  en fenicio casa.
El Parque Natural de la Albufera tiene una extensión  aproximada de 22.000 hectáreas. 
Desde la barca de Paco Baixauli vimos la Mata del Rei, La Mata de Sant Roc, La Mata de Lleveig.
Una puesta de sol increíble y sobre El lluent, L'Ample, L'Albufera. El lago  del lago. Veintiocho kilómetros cuadrados y una profundidad de  0'80 metros.


Y entonces los flamencos  atraviesan el lago en bandada y Paco nos  habla de ellos. Han vuelto al Parque Natural de la  Albufera porque los flamencos saben de filología.
Los flamencos necesitan del agua salada. Se han refugiado en El Saler, donde había unas antiguas  salinas.
Cuando se cansan de estar allí, se vienen a Silla a El Saladar. Donde también había salinas.
Y Paco, imposible seguirlo en una tarde de dos horas, de paseo por el lago de La Albufera, nos regala este  titular.
Los flamencos saben de  filología.
Salve y ustedes lo pasen bien.