lunes, 31 de octubre de 2022

CURIOSIDADES NEERLANDESAS

 

¿Saben ustedes por qué las  zanahorias son de  color naranja? Pues gracias  a los agricultores de este  país  que, en homenaje al padre de la  patria, Guillermo de Orange, también llamado el taciturno, esquejaron este tubérculo que antes era de color morado, hasta  obtener el naranja de  la casa real que reina en los Paises Bajos desde  que  dejamos  de  hacerlo  los españoles. Aquí todo  el mundo ha  oído hablar del Duque de Alba, hasta los niños. Cuando se portan mal, les amenazan con que  se  los llevará el susodicho duque. El cinco de diciembre, San Nicolás trae regalos a los tiernos infantes, pero si se portan mal, los regalos se los llevan a  España. ¿A que no saben cómo llaman aquí a  los amarres de los  barcos? Los postes de madera donde se anudan los barcos reciben el cariñoso nombre  de  Dukdalf, es decir Duque de Alba, los pintan por la  parte de arriba de blanco, simulando la gorguera que  llevaba nuestro compatriota y le anudan la cuerda  de la embarcación. Supongo que es una hermosa metáfora para ellos de lo que  les  hubiera gustado  hacer con el  noble  español que  tanto batalló para que  no se  salieran del imperio.


Confirmado: En los Países Bajos hay más  bicicletas que  personas. Diecisiete millones  de habitantes, veintidós millones de bicicletas. De media, cada neerlandés  pedalea 2,5 km. al día, lo que  hace una  cifra de 900 km. anuales, ello contribuye a que sea uno de los  países del  mundo con menos  problemas de salud.


La población holandesa  es la más alta del  mundo. La media de los hombres  es  de 1.83 cm. y la de las mujeres 1,71 cm. Los neerlandeses han crecido una media de 20 cms. los últimos doscientos años. El buen sistema sanitario, la calidad de vida y el gran consumo de lácteos pueden ser factores  que  ayuden al ADN.


Los Países  Bajos deben  su  nombre a que  se trata del  país menos  elevado de toda  Europa, por algo utilizan tanto la  bicicleta. La montaña más alta  tiene 323 metros de altura y prácticamente un tercio de su  territorio se  encuentra por debajo del  nivel del mar. Incluso el aeropuerto de  Schipol en Ámsterdam  se encuentra a 3 metros por debajo del nivel del mar.


El primer lunes de  cada mes suena una sirena  en todo el  país. Es un protocolo del gobierno para comprobar que todos los  sistemas de  emergencia funcionan en caso de  haber incendios, inundaciones  o cualquier otra catástrofe.


Un cuarto de los bebés  neerlandeses nacen en casa. El motivo es que la Seguridad Social cubre el desplazamiento de las matronas a los hogares. Los Países Bajos fue el primer país del mundo en legalizar  el matrimonio homosexual. Los neerlandeses son la quinta población en el ranking de felicidad. Amsterdam, su capital, está construida sobre palos de madera. Son pioneros en energía eólica. El 100 por cien de los trenes funcionan con este tipo de electricidad. Son el segundo exportador de cervezas del mundo detrás de México... ¿Qué más? Nos vamos de compras. Salve y ustedes lo pasen bien.



domingo, 30 de octubre de 2022

LA DEBACLE DE LOS TULIPANES

 Leiden es una ciudad de  ciento  veintiún mil habitantes. Limpia, ordenada y tranquila en  la  que  hay más bicicletas  que  personas. Apenas transita algún coche, quizás por eso, el silencio forma  parte del paisaje. Está recorrida por  ochenta y ocho puentes sobre sus canales y situada en  la provincia de  Holanda Meridional. Los Países Bajos son conocidos en  todo el  mundo como Holanda, debido  a sus  marineros y navegantes  que procedían de  las dos provincias  llamadas así: Holanda del Norte y Holanda  del  Sur.  Cuando les  preguntaban cuál  era  su origen ellos respondían con el nombre de su provincia. Pero  eso  es  como si  a  España la  llamaran en el resto del mundo  Andalucía.


La sociedad neerlandesa es muy tolerante en general. Temas como las drogas, la  homosexualidad y el medio ambiente hace años que dejaron de ser titulares en este país para pasar a  formar parte de la  cotidianeidad. Además, educados en el calvinismo protestante, son austeros. He dicho al principio que en Leiden, y en general en los Países Bajos, hay más bicicletas que personas, si se van fijando en  las  fotos  que publicaré, entenderán por qué.

 Este Estado, de diecisiete millones de habitantes, con solo un tres por cien  de  paro, le  ha ganado mucho terreno al mar, a través de todo un sistema de diques y canales. La última provincia fue Flevoland, declarada como tal en 1986, arrancada al océano a lo largo  del siglo XX.

Los neerlandeses son gente tranquila  que ama  su  país, conocido en el mundo entero por los quesos, la mantequilla  y, cómo no, los  tulipanes. Sin embargo, los  tulipanes son originarios  del Imperio Otomano y los sultanes se adornaban  con ellos. Diana Cerdá me contó el caso  y yo lo  he buscado  en  Internet. El primer crash económico de la historia y el  primer mercado de futuros tuvieron su  origen en los bulbos de tulipán y paso  a  relatarlo  porque  merece la pena.


A principios del siglo XVII las flores se convirtieron en símbolo de ostentación y riqueza  en  centro Europa y entre ellas, el tulipán.

Carolus Clusius, que había trabajado en  los  jardines  imperiales de Viena, fue contratado como  profesor de Botánica por la Universidad de Lieden, la más antigua  de los  Países Bajos. Hasta allí se llevó una colección de bulbos de tulipanes que crearon un gran interés y entusiasmo.


Este  exotismo por los tulipanes desembocó en una locura  compradora que duró  varios años. Mientras  que el sueldo medio de  un trabajador era de 150 florines al año,  por un bulbo de tulipán se empezaron a  pagar 1000 florines.  Es decir, un neerlandés medio debía trabajar  diez  años  para adquirir un bulbo de tulipán exótico. Una tonelada de mantequilla valía 100 florines. La locura  compradora de tulipanes había  comenzado  y llegó a  provocar la primera  gran crisis  financiera  de la  historia. 

Hubo gente que  se dejó su  trabajo para  dedicarse al cultivo de los  tulipanes. Se trataba  de una  euforia productora y compradora, provocando que los precios de  los  tulipanes  aumentasen  exponencialmente. Todo el mundo  quería invertir en tulipanes, era  un mercado  en alza. Nadie  podía  perder.


Para  caso  anecdótico el que les cuento: un bulbo de Augustus semper se llegó a  intercambiar  por una  lujosa mansión en el centro de  Amsterdam. Otro bulbo de esta  misma especie llegó a  costar  6000 florines. En aquella época se  publicaron cientos  de  catálogos  de  tulipanes. Se  dejaron  de  sembrar  muchos  otros  cultivos  para  plantar los  dichosos tulipanes.

La locura desatada  por los  tulipanes hizo que  su mercado entrara en  la bolsa  de valores. Nadie se deba cuenta de  que estos  precios  desorbitados  iban  a  provocar una  gran crisis.


Un marinero, a quien su  patrón había  premiado con pescado por  entregar la  mercancía  sana y salva, confundió un bulbo de Augustus semper con una cebolla y la cocinó para la cena. Le cayeron seis meses de cárcel. El bulbo le había costado al  patrón 3000 florines.
El cultivo de  los tulipanes dejó de ser un negocio de temporada y pasó  a  negociarse su  precio durante todo el año. La floración de un tulipán desde su cultivo dura siete años  y conlleva muchos  riesgos  y no se  correspondía  con la euforia  compradora de todo el país.
¿Cómo se podía  negociar un producto  de temporada  durante todo  el  año? La solución fue empezar  a negociar  los  bulbos de tulipán antes  de  que se hubieran recolectado. Ahí está  el inicio del  mercado de futuros  financieros, uno de los  primeros  pasos  para  uno de los mercados  más importantes  en  la  actualidad.

En 1637 la burbuja  estalló y el precio de los tulipanes cayó en  picado. Todo el mundo  quería  deshacerse de  los  bulbos de tulipán provocando numerosas  bancarrotas y el pánico en  todo  el  país. La gran  cantidad de contratos  a los  que no podía  hacerse  frente y la extraña  situación creada  por  este mercado, llevaron a  Países Bajos a la  quiebra, una quiebra de la  que tardarían  muchos  años  en resarcirse.


En fin, ayer era  día  de  mercado en  Lieden y había  una  parada llena  de bulbos. Eran muy baratos  y compré bastantes, no como inversión sino para alegrar el jardín de La Matandeta  este  próxima primavera. Ashwin, la pareja  de Kalia,  me  ha  explicado  cómo tengo que cultivarlos. Cuando vuelva,  primero tengo que poner  en  agua los bulbos de Amarillys, los de jacintos y tulipán hay que plantarlos  en las macetas a  diferentes  alturas.
Se dan  cuenta hasta qué punto puede  llegar la  avaricia humana. Se  empeñaron en  hacerse ricos  con algo que se  pueden  comer  los ratones  del  jardín. El ladrillo, no y sin  embargo  nos  llevó por el  mismo camino.
Salve  y disfruten de este puente  de Todos  los  Santos.











 




sábado, 29 de octubre de 2022

EN LA CIUDAD DE REMBRANDT

 



                                               El yo es un movimiento entre el gentío                                                                                                                                       Henry Michaux


                                                                                                                                                                                            La semana pasada les hablaba del miedo visceral que sentí durante muchos años. Era algo irracional que repetidas veces me despertaba de madrugada. Se me clavaba en el  estómago y recorría todo mi aparato  digestivo, por no hablar  del emocional. No tenía nada  que ver, afortunadamente con un ataque de pánico, tal como lo describe Rosa Montero en  El peligro de estar cuerda. La autora los sufrió entre los veintiún y los veintinueve años. Cuando publicó su primera novela, los ataques desaparecieron.

Lo mío no llegó nunca  a ese punto. Lo asocio a mis emociones de aquellos años. Ese miedo irracional desapareció cuando me separé  y  dio paso  a otras  emociones. En el imperio de  las  emociones, la  ira es la  reina.

Este sábado, yo no  quería estar  en  La Matandeta. Tal  y como me  vaticinó Irela Rojas este verano en  La Habana frente al Malecón, al regresar me encontré con una sorpresa. 

Tenía que hacerles frente. Quizás la tristeza y la decepción andarían haciendo de las suyas. En Argentina se me ocurrió escribir a Rose Prenderville. Nunca he estado en Irlanda y vivir allí Halloween podía ser  una  buena experiencia, puesto que su origen se  fraguó en esa isla. Rose me contestó encantada. Teníamos muchas cosas cosas  que contarnos y me  enseñaría su ciudad, Dublin.

Pero  Rose no recordaba  la fiesta sorpresa de  su  nuera  inglesa que cumple justo  este fin de semana cuarenta años y tenía que viajar a Inglaterra. Bueno, en otra ocasión será.

Ya pensaría otra cosa. Justo, hace dos domingos, vino a comer  mi amiga Diana Cerdá. ¿Y a que no saben qué ocurrió? Diana viajaba a Leiden a visitar  a su hija Kalia y me invitó a  acompañarla, sin saber  nada de mi desasosiego  emocional. ¿Se creen ya lo de las sincronicidades de Jung, la ley del Cosmos y el efecto  mariposa? Aquí estamos, en la ciudad en la  que nació Rembrandt. 


Las emociones son traidoras. Siempre las he conjurado escribiendo. Esta vez no necesito exorcizarlas porque las  he  dominado. No pueden ya conmigo. Ha sido un trabajo muy laborioso en el  que no me ha faltado ni la ayuda profesional ni la  de  mis  amistades más  cercanas. A veces, hay que ir hasta  muy lejos  para ver lo que  tienes  tan cerca. ¿Cómo se que están encerradas  en los cajones de mi pensamiento  lógico? Porque ahora  me  digo  que lo  inteligente no fue  encontrarnos, sino perdernos de vista. Y tengo  ganas de  reírme a  carcajadas y de  decirme que cuatro días en  Leiden bien valen una boda.
Salve  y ustedes  lo pasen bien.
















domingo, 23 de octubre de 2022

¡QUÉ NOCHE LA DE AYER SÁBADO!

                               


                                                  La vida se ríe de las previsiones y pone palabras donde imaginábamos                                                          silencios y súbitos regresos cuando pensábamos que no volveríamos a                                                          encontrarnos.                                                                                                                                                                                        El viaje del elefante                                                                                                                                              José Saramago


                               


      
 Me gusta el cambio. Es lo habitual, que todo fluya. Panta rei. Durante muchos años viví presa  de un temor irracional a que las situaciones, mi zona de confort, cambiara, a salir de ella. No fueron los años de mi juventud. Entonces te envalentonas ante los cambios, te subes a la grupa de cada jornada diferente. Es lo que buscas y deseas. De alguna manera, vuelvo a vivir así, con las paredes de mi salón, de mi zona de confort, expandibles hasta el infinito. Sin miedo a qué ocurrirá mañana. Si no sabes cómo acabará el día, mejor que mejor.

Para ello, es imprescindible  despertarte al amanecer, poner una canción, una música que tenga  a ver con los pensamientos que barruntan mi cabeza, con las personas a quienes dirijo mis primeras intenciones.

El otro día tuve un sueño precioso con mi amiga Carmen Minguet. Paseábamos por un prado, que  en realidad era el paisaje de un cuadro impresionista, en el que predominaban  muchos tonos de verde. La misma noche, apareció en mis sueños un amigo al que, aunque hablo con él  muy a menudo por watshap,  hacía meses que no veía  físicamente. Pues bien, a ninguno de los dos, les comenté nada.

El viernes, al amanecer, me envió un mensaje. Vendría con dos amigas francesas y sería un honor que, por una vez, yo estuviera en mi casa y no anduviera por el mundo a la caza de algún relato.

A mi amigo le gusta la literatura y yo daba por supuesto que comprendería mi mensaje de wat: Un arroz negro para tres o para cuatro. No entendió mi demanda,


Pues bien. Volví pronto de Valencia. Me eché en el sofá y me quedé dormida. Cuando me desperté y bajé, la mesa ya había tomado café. Caroline y Esther son amigas desde hace muchos años. Buscaban hotel para el fin de semana y les recomendamos uno  en El Saler y otro en la playa de la Malvarrosa. Me quedé con el teléfono de Caroline y me despedí.


Al día siguiente, recibí un mensaje de Caroline. Habían dormido en El Saler, pero para la noche del sábado no quedaba ni una plaza de camping. Yo no conocía nada y les ofrecí mi casa. Esperaba a mi hijo putativo ecuatoriano Carlos Chungata, a quien desde antes del verano no había visto. Además me tenía que ayudar con trabajos informáticos que a mí me cuestan días y él resuelve en horas. Por la noche teníamos una cena de participantes en el encuentro de Star Wars, que se celebraba en Valencia y que traía nuestro amigo y compañero del Máster de Planificación en Turismo, Ángel Martínez. Por si fuera poco, la familia Marí vino a comer con dos de sus miembros más viajeros, Sara y Ferran, que en breve emprenderán su periplo por Asia, un viaje de varios meses que se iniciará con el trayecto Venecia-Bangkok.



Pues bien, cerca de las siete, apareció Chungata y nos pusimos manos a la obra, mientras los demás se preparaban para La guerra de las Galaxias. Sobre las ocho me acordé de las chicas francesas y les envié un mensaje. No habían encontrado hospedaje y pasarían la  noche en el coche. De eso, nada, pensé. Y les ofrecí mi cama. Carlos y yo teníamos mucho que hacer. Cuando termináramos, yo tenía el sofá y Carlos la cama nido.


Lo que vino después, fue impagable, las dos me regalaron la historia de sus vidas. Esther Grossman, nacida Guisado y  en Torremolinos, crea joyas a partir de los materiales que encuentra en el mar. Vive en Cagnes-sur-Mer, entre Antibes y Niza. Pero detrás de ella, hay una historia muy fuerte que  tiene  que  ver con sus orígenes, canadiense por parte de madre, andaluza por parte de padre. La historia de su infancia y la de su hermano Julio. Los spaguettis western, el desamor y unos niños que van arriba y abajo entre dos continentes.  Que a veces tiene que encontrar la policía. Que se lleva la madre, que se lleva el padre. La realidad siempre supera a la ficción.


Caroline vive en la  playa  de San Juan, ahora  cuida de su madre que tanto  la ayudó a ella. Después de  veinte años de matrimonio con un astrónomo que  viajaba  por todo el mundo y al que encontraba poco en el hogar, decidió que había llegado el momento de recuperar  su identidad. Se vino a España con su  hijo de diez años, estudió cocina  en el CDT trabajó en la  Baja California, viajó por Guatemala. Se marchó a Israel... Nadie podrá  decir que  no aprovechó el tiempo.


 

Esta mañana, elles ont fait les marmottes. Cuando se han levantando, Chungata y yo ya estábamos a lo nuestro. Solo han querido mi infusión para desayunar. Se han marchado a La fábrica de hielo, donde habían quedado con nuestro común amigo. Carlos  les ha hablado de un camarero, amigo suyo, que trabaja allí y también diseña joyas.

Y pensar que nuestro amigo lee y lee libros y, sin embargo, no sabe para qué sirve compartir un arroz entre cuatro.

Me gustan los días en que veo amanecer y no sé cómo terminarán, ni qué me estará esperando.

Feliz semana

domingo, 9 de octubre de 2022

LA SEMANA CERVANTINA

 

Il était une fois... Estaba yo contemplando esa maravilla de la naturaleza que es el glaciar Perito Moreno, cuando un caballero argentino, ante mi éxtasis, me susurró: Si le gusta esto, espérese a ver las cataratas del Iguazú.

Y de pronto sonó el watshap. Eran mis alumnos de cuarto de la Eso, ahora primero de Bachiller, del IES Baleares, que me contaban que estaban sin clases de Francés, sin profesorado sustituto. Pues yo  estoy  en  la Patagonia, no sé  si  llegaré a  tiempo. Y llegué, vaya si llegué a tiempo de  que  me adjudicaran  la plaza. Del avión a  dar clases. Aparqué  el jet lag por unas horas  y  repartí  saludos y  toblerones.

Qué pronto vuelve  una  a  sus  rutinas, a vestir el uniforme  de  cada día. Vdr amanecer todos  los  días  por  la playa  de Pinedo, Tomar  el primer  café  en El Martinot, cruzar  la Avenida del Puerto. Redescubrir que a la vida también  le  sientan bien  los  horarios.



Pero llega  el fin  de semana de esa recién adquirida normalidad de horarios y, para  no  olvidar de dónde venimos  y  qué nos gusta  en realidad, mi amiga  Carmen Minguet y yo nos  vamos  a  Alcalá de  Henares, donde se celebra  la  Semana  Cervantina, motivada por el bautismo el  ocho  de octubre  de Miguel de Cervantes y Saavedra, acta que  se  conserva  y que  sacarán  en paseo  el  domingo 9. Hay mercado  medieval, el más grande de Europa  según nos dicen y una ciudad vestida  de  fiesta  para homenajear al mayor escritor de nuestra literatura. Aquel que, encarcelado, a saber en qué  condiciones, pudo crear el mayor personaje de la literatura universal.
Alcalá  de Henares es toda fiesta, no cabe  un alfiler. Y el público irá in crescendo hasta el domingo. Desde el viernes y con luna llena, paseamos y disfrutamos del  ambiente. 
Salve  que esto  sí que  es pasarlo bien y feliz día de  la Comunidad Valenciana.











 





domingo, 2 de octubre de 2022

DE BUENOS AIRES A VALENCIA

 


Los argentinos no pronuncian la  ll ni la y. La  cambian por una ch, yo diría que resbaladiza aunque  no suene muy fonético. Dicen chamame, choverá, cho. El modo  imperativo no es como el nuestro. Ellos  lo escriben  como lo pronuncian: Vení, Lleváme, Comprás. 

Un choro es un ladrón, un morocho es un  hombre o un chico moreno, así a Carlos Gardel lo llaman el morocho de Abasto, una morrudita, una  chica  con mucho pecho, un changuito, un carro de  la compra (lo que nos reímos con esta palabra).  Emplean mucho la palabra italiana guarda que significa mira, presta atención.

Utilizan mucho la muletilla ¿si? Y aquí, como en otros lugares de  Latinoamérica, como Cuba y Ecuador  para  decir vale dicen dale. Utilizan el vos: Vos tenés  la  culpa! !Ah! Y a todas horas: ¿viste?

    El español de Argentina tiene una cadencia muy dulce.

Después está el lunfardo, una jerga, en principio de delincuentes, que se nutrió de las palabras de las distintas olas de inmigrantes, que habló después la clase media y baja, que se mantiene en algunos lugares de Argentina y también en Uruguay y de la que se nutrieron las  letras de tango. 

Por ejemplo, en lunfardo, la cana es la  policía, la guita, el dinero, un gil, un tonto, el laburo, el trabajo. La palabra lunfardo viene del gentilicio lombardo. En el siglo XIV los lombardos eran usureros y prestamistas y de ahí  derivó su fama de ladrones. En los conventillos, es decir, en las casas comunitarias en las que se establecieron los inmigrantes se hablaba variedad de lenguas y de ahí se fue creando un argot para poderse entender entre ellos. 


Hoy es nuestro último día en Argentina y nuestra amiga Lorena nos va a llevar al barrio de Palermo. Eso sí, antes comeremos una parrillada en el barrio porteño de Boedo. Y a fe mía que se come bien aquí. Los argentinos comen a partir de  las doce y eso hemos  hecho nosotros  en un asador lleno de familias, de  parejas y de gente  en su  día de fiesta. Una curiosidad, en esta ciudad, no sé si  en el resto del país, es costumbre tomar en el restaurante, botellas de  cerveza de litro, algo que  para nosotros se cierne  a los bares  de  polígono.


En la plaza Serrano de Palermo hay montado mercadillo artesanal todos los fines de semana. Palermo es un barrio muy grande lleno de zonas verdes y parques. Es tan grande que se subdivide según la actividad. Está Palermo Soho, y Palermo Hollywood que es por los que nos movemos hoy. Está la zona donde viven los armenios, donde a Lorena todavía le queda familia. Un barrio de clase media y alta, limpio y ordenado.



Este barrio tiene su origen en las tierras que repartió el fundador de Buenos Aires, Juan de Garay, al navegante que luego conduciría las naves hasta la ciudad de Asunción por el río Paraná. A Palermo, que así se apellidaba, le concedió tierra rasa a lo largo de la orilla del río de La Plata.








Nos despedimos  de  Lorena  en el  sub. Ha  sido  una guía  increíble por esta ciudad. Sin ella  nos  hubiéramos perdido  muchos  rincones porteños. Nuestra amiga  nos  abraza y nos dice que la próxima vez que vengamos, nada de hoteles, nos quedaremos en su casa de General Urquiza.

Si estuviera aquí mi amigo Remigio Oltra, le susurraría al oído: ¡Guarda!¡No sabes  lo que  acabas de  decir!¡Estás ante  una  mantera  profesional!

A la salida del sub, hay cola para entrar en el Café  Tortoni, así que me lo  pierdo, mañana nos espera  un largo  viaje de doce horas de avión hasta Madrid. Después, Valencia.

En Manises, Pepa cogerá un taxi. Tiene que ir a  Sedaví, ducharse, cambiarse y acudir a  un curso para auditores. José Vicente llamará a su hermano que lo acercará a  Bétera, donde piensa  desconectar el teléfono y  dormir unas cuantas  horas.

Rubén y Helena recogerán mi equipaje, me acercarán a  Valencia donde pasaré cuatro horas antes de poder estar en La Matandeta. ¿Adivinan por qué? En  el  Perito Moreno recibí noticias de Mary Poppins y tengo que cumplir...

Gracias por seguirme en este viaje. Me dejo muchas cosas en el tintero, porque también hay otra forma de "contar el tango". Argentina es un país con una gran belleza  natural. Pero como todo en la vida, también tiene su lado oscuro, siniestro. No se pierdan las películas "Argentina 1985" y "El vasco". La primera les estremecerá, la segunda  les  hará  reír.

Gracias de nuevo y hasta  pronto.