miércoles, 9 de agosto de 2023

LA AMIGA ERASMUS

 


                                                                Horses for courses                                                                                                                                                                                                                                                                                                                          Irish Proverb 


Tengo una teorìa acerca de la amistad. Por cada una de las etapas de nuestra vida que tengamos que atraversar hay que dejar al menos un amigo. 

Rose Prenderville es mi amiga Erasmus. Nos conocimos en la Universidad Aix-Marseille dentro de dos meses hará diez años. La cosa no tendría más mérito si no fuera porque yo rondaba los cincuenta y tres y ella los cincuenta y nueve. Eramos deux étudiants agées. 

Recuerdo la tarde de octubre que me la crucé por la Facultad de Letras  arrastrando una pequeña maleta. Una profesora  recién  llegada, pensé.

Al día siguiente, en la clase de aquella joven gaditana, la tenía sentada detrás de mí hablándome de usted y preguntándome en un perfecto español, si podía sentarse a  mi lado.

Rose  había  viajado a  Aix-en-Provence con dos compañeras  más de estudios, June y Liz, que no se llevaban muy bien y con las que yo no coincidía  en clases. Algunos fines de semana quedábamos y nos íbamos de excursión. El programa Erasmus es  una de  las mejores cosas que  la  Unión Europea ha creado para sus ciudadanos.


Un año después, nos graduamos. Rose me escribió y me  contó que  se había separado de Bill, su marido después de  más de treeinta años  de matrimonio y cuatro  hijos.

Hace seis años  pasó  unos  días  del  mes de  agosto con nosotros en  Fontanars dels Alforins.Al amanecer, dábamos largos paseos  por el campo y Rose todavía lloraba  cuando  me hablaba de su  traumática separación. Claro que yo no me imaginaba la  que  se me avecinaba a mí.

Nuestros paseos  solían  terminar en  la  gasolinera  de las hermanas  Gandía, Virtudes y Rosario, con un café de  máquina  y más  conversación. 







Rose pasó las últimas cinco semanas  fuera de Irlanda, primero en el sur  de  Inglaterra cuidando de sus  tres  nietos  ingleses , de  vacaciones escolares, mientras los  padres trabajaban y después  en la Toscana, reunión familiar estival, incluido  su exmarido que  padece Alzheimer.
Esta semana me hospedo en su casa, en CastleKnock, a quince kilómetros de  Dublin. Tiene un bonito apartamento en una zona residencial  muy tranquila.
Las normas  a  seguir: Ella me habla solamente en  inglés, yo le  respondo en inglés, español o francés. El italiano, que yo chapurreo y el  alemás, que ella  domina, están  descartados.
Practicamos pilates en su gimnasio, paseamos  por los parques  y jardines, me presenta a  su  amiga del  alma. Hablamos mucho. Las  mujeres  no necesitamos ir a terapia. Tenemos a las  amigas.
Ya saben... Por cada  etapa de la vida, al menos una persona  amiga.
Salve y ustedes lo  pasen bien.









lunes, 7 de agosto de 2023

LA TORRE DE JAMES JOYCE

 


                                 Forgetting a debt doesn't mean it's paid                                                                                                                                                                                                                                                                                                         Irish Proverrb                                                                                                                                                                                                                                                                 


Me voy en  autobús hasta  Bray. Ha  salido el sol, con permiso de  la  lluvia que al cabo de un par de  horas, interrumpirá el paseo de decenas de estudiantes y de familias  con niños  pequeños.

El Brexit puso en casa a los irlandeses  en cuestión de  turismo de  estudios. La  demanda  de aprendizaje  del  idioma  inglés  se  ha  trasladado masivamente a Irlanda. Es  un país de  la  Unión Europea, la misma moneda, el  mismo sistema  sanitario. Mucho  más fácil venir  aquí que entrar en  la Gran Bretaña. No hay mal  que por bien no venga. 

En Bray, la feria se llena  de niños y, aunque nadie  se bañe, la  playa es un gran atractivo para el paseo dominical de los dublineses. Es muy fácil llegar en autobús o en el Dart, el tren de  cercanías.


En la foto, a  mis  espaldas la  colina  Bray Head, de 241m. La  playa  es casi de  dos kilómetros y Bray es un sitio  de moda entre los famosos, camino  que  inició en  los años  ochenta  el cantante  y  lider  de  U2, Bono al comprar una torre  Martello  como regalo para su esposa por sus primeros años de matrimonio. La canción Promenade del disco The unforgettable fire hace referencia a  la  torre Martello.


¿Pero qué  es una  torre Martello? Se preguntarán ustedes, no sin  razón. Martello es el nombre dado a las torres que  servían de observatorio para vigilar a los piratas en la isla de Córcega. Deben su nombre  a la localidad corsa Capodellemortelle, es decir, cabo de los mirtos. También servían de refugio de  la  población.

Las torres  Martello fueron  construidas durante las  guerras  napoleónicas a  lo  largo de  toda  la  bahía  de  Dublín. Están distribuídas en dos plantas, con una  altura de  doce  metros y mientras cumplían labores  de vigilancia, albergaban a veinticinco soldados y un oficial.


Pero si hay una torre Martello famosa  en la  literatura es  la de Sandycove, muy cerca de  la  ciudad de  Dublín. Fue construida por el ejército  británico  en  1804 que la ocupó hasta  1897.

En esta torre  inicia James Joyce el primer capítulo de su obra  maestra Ulysses.

James  Joyce pasó en ella cuando era  veinteañero seis  días  y  ahora  les  relato  cómo fue  aquella  estancia.


En 1904 un estudiante de medicina y conocido poeta, Oliver St. John Goverty, sí el que volvía por las noches borracho a su casa y aporreaba la puerta del vecino y también poeta Moore, y de ahí una de las leyendas de por qué las puertas de Dublin están pintadas de colores. Bueno, pues como les iba diciendo, Gogarty se convitió en el primer ocupante civil de la torre Martello de Sandycove.


Se le ocurrió invitar a James Joyce a pasar con él una temporada. Joyce tenía veintidós años y comenzaba su carrera literaria. Ese mismo año, había escrito un poema titulado The Holy Office, donde atacaba a todas las figuras literarias del Dublin de la época y en el que se autoproclamaba alma independiente. En el mismo poema, Joyce acusaba a Gogarty de engreído. Cuando Joyce llegó a la torre un 9 de septiembre se encontró con un recibimiento un tanto frío. Normal, ¿no les parece? Primero lo pone a  parir y después se va con él a disfrutar de unos días de vacaciones gratis.




Unos días más tarde, se les unió Samuel Chevenix Trench, un amigo de Gogarty de ascendencia anglo-irlandesa que insistía en hablar en irlandés, a pesar de su acento de Oxford. La atmósfera, ya de por sí cargada, se volvió más eléctrica. 


Durante el sexto día  de la estancia de Joyce, Trench tuvo una pesadilla sobre una pantera negra, se levantó, cogió una pistola y disparó varios tiros a la chimenea para luego volverse a dormir. Gogarty cogió la misma pistola y gritó Déjamelo a mí y disparó a las sartenes situadas por encima de donde dormía Joyce. 
El joven abandonó inmediatamente la torre a la que no volvería jamás. Un mes más tarde Joyce se fugó a Europa con Nora Barnacle e inició un exilio voluntario.


La escena inicial de Ulysses tiene lugar en la parte superior de la torre, con el personaje de Buck Mulligan apareciendo por las escaleras. Se afeita al aire libre y, en ese momento, aparecen Stephen Dedalus, el alter ego de Joyce que también es el protagonista de Retrato del joven artista, de quien se burla por el largo luto que guarda por su madre. En el primer capítulo se describe la sala circular donde están desayunando Buck Mulligan (Gogarty), Stephen Dedalus (Joyce) y el inglés Haines (Trench).


La torre Martello de Sandycove fue convertida en museo y abierta al público en 1962 por Sylvia Beach, primera editora del Ulysses.
De Sylvia Beach y de su librería inglesa en París Shakespeare and Company y de cómo se fraguó la publicación de la obra maestra de Joyce podría hablarles largo y tendido. Pero, para una fetichista literaria como yo, hoy ha sido un día plagado de emociones. Ya habrá tiempo, si les interesa.
Salve y ustedes lo pasen bien.






sábado, 5 de agosto de 2023

EL LECTOR DE EL QUIJOTE

 



                                            Your feet will guide you where your heart is

                                                                Irish Proverb


Viernes lluvioso, sin novedad en  el clima  de  Dublin. Últimas clases  para  muchos estudiantes de EF, incluida yo misma. Una  pequeña  ceremonia de graduación. Laurence, nuestra  profesora belga de estas semanas, nos ha propuesto una última actividad. Nos vamos  después de comer a Grafton street, junto al centro comercial de St. Sthephen y el jardín del mismo nombre. Vamos a encuestar a los transeúntes acerca de sus gustos a la hora de  comprar. Una manera de  entrenar  el inglés. Son cinco preguntas y diez entrevistas. Mi equipo está formado por Pablo, de Madrid, Leonardo, de Milan, Aurienne, de Paris y yo misma. La  gente accede gustosa. Es una calle muy transitada. Me doy cuenta de que hay un joven con rastas que  sostiene un cartel publicitario mientras lee. En el cartel se anuncia un local  donde se puede cenar y escuchar música irlandesa. El número de teléfono  para to book today. El joven está completamente absorto en la lectura, como si nada ni nadie acontenciese a su alrededor. No puedo evitar mirar por encima de su  hombro. Lee un  libro  en español y, cuando se da la vuelta y levanta la portada me doy  cuenta de  que  está leyendo El Quijote.






Me emociona  encontrarme en pleno  centro de Dublín, repleto de gente que disfruta de las compras y de la  tarde, a un joven que lee el Quijote y no puedo dejar de acercarme a él. Es brasileño, del estado de Bahía y  ha  venido a Dublín a trabajar durante el verano. Este trabajo, sostener una pancarta publicitaria, le deja mucho tiempo para una de  las cosas que más  le gusta hacer en la vida: leer.

Habla perfectamente en español. Pasó varios veranos trabajando en nuestro país como socorrista. Esa  ocupación también le dejaba horas y  horas para la lectura. En las piscinas no se ahoga nadie. Como mucho, algún crío se magulla la cabeza, me comenta entre risas. 

No sé por qué, o quizás sí, de pronto me acuerdo de  Sergio Moreno. Un día, mientras comíamos en  La Matandeta, me comentó que hubiera sido conserje con  tal de tener tiempo para leer.


Suenan las canciones de Ed Sheeran en la  voz de  un joven que, sin querer, le pone  música a este momento lleno de emoción. Un joven con rastas, venido de la otra punta del mundo, le ha puesto poesía  a la última tarde de clases y me regala su imagen. La de un atento lector de El Quijote, en pleno centro dublinés.

¿A qué, a pesar de todo, es hermosa la  vida?

Salve y ustedes lo pasen  bien.








miércoles, 2 de agosto de 2023

UN POCO DE TODO IRLANDÉS

    


                                                 Luck never gives, it only lends.

                                                            Irish proverb


Con tanta lluvia, la verdad es que donde mejor se está es en la escuela. Aprendiendo inglés en las clases, haciendo nuevos amigos o trabajando en la minúscula biblioteca. Allí coincido todos los días con María  Morrone, profesora de matemáticas en Milán. También son milaneses Asia y Leonardo, los jovencitos que me acompañan en la foto siguiente. Todos ellos echan de menos la pasta. Se relamen pensando en los platos que les prepara la nonna, la mamma, o ellos mismos. Leonardo, que ha cursado primero de Económicas, me enseña una foto de un plato de espaguetis con carbonara que le hicieron ayer en la host family. ¿Tú crees que esto es una carbonara? Pero alma de cántaro, como se te ocurre pedir aquí pasta. Yo ni pregunto por el arroz.


Anda y come cordero, que dicen que está muy rico. Yo todavía no he tenido  ocasión de probarlo.

Como les decía, lo normal es que llueva  todos los días. Sale, a veces, un ratito el sol, para que comprobemos  que sigue existiendo y otra  vez la auténtica dueña de esta isla tan verde.

¿Pero saben  ustedes por qué llueve tanto en Irlanda? Por las grandes masas de aire que llegan desde el mar de la zona oeste. En la costa occidental, los días de lluvia son dos de  cada  tres y se dice que en Dublín la media se establece en un día  cada tres. No me lo creo, desde que llegué, solo he visto un día sin lluvia. Esta madrugada me ha despertado la lluvia sobre el tejado. Parecía  el diluvio universal, caía con mucha fuerza. Al levantarme y asomarme al  jardín, la  lluvia seguía  allí. También  lo hace mientras les  escribo  en  la biblioteca  de  EF.

Diciembre y enero son los meses más lluviosos y sin embargo, en abril, apenas llueve. También es verdad que algunos días vemos pasar las tres estaciones. En los autobuses, en las calles, a los extranjeros se nos reconoce, entre otras cosas, por lo abrigados que vamos. Ellos, si no llueve, van sin mangas y con camisetas de tirantes. ¡Ahí, tú, valiente!


Ese puente que ven tras de mí en la foto, es Half penny bridge, llamado así porque  antiguamente  era el precio que había  que pagar, medio penique, para poder cruzarlo. Teniendo en cuenta que el sueldo  de  un jornalero era de un penique al día, resultaba bastante caro y solo se lo podían permitir las clases altas. Lo hacían para contemplar el atardecer.


Las lenguas oficiales de este país son el inglés y el irlandés, aunque solo lo utiliza un quince por cien de la población, sobre todo en zonas rurales. Esta lengua, al igual que  el escocés y el galés, procede de la lengua gaélica, una de las derivaciones indoeuropeas.

Una lectora me comenta que su suegro se apellidaba O'Connor y le decía que era irlandés. El prefijo O' significa nieto de y el prefijo Mc o Mac hijo de. Ambos son utilizados en Irlanda y en Escocia.




Los irlandeses son amantes de las leyendas, los relatos, las narraciones. Ellos suelen decir: que la realidad no te estropee una buena historia. Así que por qué las puertas de las casas están pintadas de colores vivos no tienen una, sino varias explicaciones.

Se dice que cuando murió Alberto de Sajonia, en 1861, marido de la  reina  Victoria, ésta empezó un luto muy riguroso que duró muchos añós. Dejó de  aparecer en público y pidió que todos los británicos, incluidos los irlandeses, compartiesen el duelo pintando de negro las puertas de sus casa.

Los irlandeses en muestra de rebeldía e insumisión, decidieron pintarlas con colores llamativos. Y así estan muchas de ellas. Si ves una negra, ya te puedes imaginar quién vivía alli.


Otra explicación es la que hace referencia a los escritores de finales del XIX George Moore y Oliver St. John Gogarty que eran vecinos. Gogarty solía  llegar borracho a casa muchas  noches y golpeaba la  puerta de Moore por lo que éste  decidió pintarla de un verde brillante para que no se confundiera más.

Al verlo, Gogarty se enfadó tanto que decidió pintar la suya de rojo. Así que el resto de vecinos decidieron pintar las suyas de otros colores.

Hay otra versión más negra que cuenta que un hombre entró en su casa muy borracho y vio que su mujer estaba con otro hombre. Los mató a los dos pero, al despertarse al día siguiente, se dio cuenta de que se había equivocado de puerta y estaba  en la de los vecinos. A partir de ahí, empezaron a pintar las puertas para  diferenciarlas y evitar dramas como este.

Lo bien cierto, es que los irlandeses beben mucho, sobre todo cerveza. El pub es el centro social, Actualmente existen 772 pubs en Dublin. La pinta de cerveza es la bebida extrella. Y no una, sino varias, bebida lentamente, puesto  que no hace calor, aquí no vale aquello de que el mejor trago es el primero, porque mantienen la temperatura hasta el final. Los  pubs no cierran ningún día, excepto el de Navidad. Karen Gorry me cuenta que ella va un día a la semana al pub. 

Pues, eso, el centro social donde se bebe, se habla,  se canta y se cuentan historias, algo que los irlandeses aman por encima de todo.

Salve y ustedes lo pasen bien.