El capitán miró a Fermina Daza y vio en sus pestañas los primeros destellos de una escarcha invernal. Luego miró a Florentino Ariza, su dominio invencible, su amor impávido, y lo asustó la sospecha tardía de que es la vida, más que la muerte, la que no tiene límites.
Y hasta cuándo cree usted que podemos seguir en este ir y venir del carajo? - le preguntó.
Florentino Ariza tenía la respuesta preparada desde hacía cincuenta y tres años, siete meses y once días con sus noches.
- Toda la vida - dijo.
El amor en los tiempos del cólera
Gabriel García Márquez
Acabábamos de salir de Les Invalides. La tumba de Napoleón impresiona. Se nos acercó un hombre muy desaliñado. Mi amigo, José Vázquez, terminaba de comprar una lata de CocaCola. Se la ofreció. Hacía mucho calor. El hombre, que mendigaba por aquella zona, nos contó que en Rumanía también era mendigo. Pero, que ser pobre por ser pobre, prefería Paris. Habían muchas más cosas que ver que en Bucarest.
Precisamente el que sembró en mi la inquietud por esta ciudad, por su literatura y por su cultura. No pudo ser. Yo era demasiado joven. Y él...
Hacía más de treinta años que no sabía nada de él. Estaba ese fin de semana en Madrid y recuerdo que me acosté muy pronto. A veces, se me olvida que tengo ya sesenta y tres años. A las siete de la tarde ya estaba durmiendo y soñé con él. No puedo recordar el sueño, salvo que él hablaba mucho.Y que hubo eclipse lunar. A los dos días me escribió a través del FaceBook.
Mientras yo andaba por Paris, él se marchó a Argelia. Invitado por el Frente Polisario. No nos hemos visto en más de treinta años. Pero yo sé que él está ahí. Que siempre estará ahí.
Qué piensan ustedes? Que todo es fruto de mi imaginación? Que una historia como esta solo puede ser una mera fantasía?
Salve y ustedes lo pasen bien
Te sugiero que, cuando dispongas de tiempo apacible, hagas una recopilación de todas tus entradas blogueras y publiques un libro, cual novela de ficción y autobiográfica.
ResponderEliminarEres una "hábil pendolista".
Interesante viaje y muy buenas tus vivencias
ResponderEliminarGracias, Ambrosio. Como escribió Hemingway, Paris no se acaba nunca.
ResponderEliminarM’encisa el relat que has fet . No sé si és veritat o somniat però hauries d’acabar la narració.
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