miércoles, 12 de agosto de 2020

GUADALAJARA





Cela escribe: Poco antes de llegar a Guadalajara, la gente carga con sus bultos y se agolpa en las plataformas y en los pasillos. El viajero baja el último; lo que tiene que hacer, se hace lo mismo un cuarto de hora antes que después. También se puede dejar sin hacer; no pasa nada.
Guadalajara fue fundada por los árabes entre el siglo VIII y el IX. El nombre proviene del árabe andalusí wad al-hayaral  que se ha traducido por "río de piedras", haciendo alusión a los numerosos cantos rodados y al poco caudal del río Henares a su paso por aquí.



María Diega Desmiassières y Sevillano fue la mujer más rica de España a comienzos del siglo XX.
Su dinero, su entusiasmo y su vitalidad las encauzó a las obras benéficas. Heredera única de una de las fortunas más importantes de España la dedicó a mejorar las condiciones de vida de los alcarreños pobres. Se ocupó de que fueron alfabetizados los más de trescientos jornaleros que trabajaban para ella, así como sus hijos. Por eso, nunca fue bien vista por la alta sociedad de su tiempo. Permaneció soltera.
Nació en Madrid en 1852 y murió repentinamente en Burdeos en el Hotel de France, en 1916, a donde había acudido para ser examinada por médicos bordoleses. Dejó una herencia valorada en 80 millones de pesetas de su época.
Mandó construir en los alrededores de Guadalajara un gran complejo educativo y de acogida: la Escuela Modelo y el Asilo, junto con una iglesia conmemorativa a su tía Santa María Micaela del Santo Sacramento y de un gran panteón que sirviera para acoger los restos de toda su familia y los suyos propios. Hoy en día, ese panteón es  un emblema de la ciudad.



La concatedral de Santa María de la Fuente la Mayor es una iglesia mudéjar y una de las sedes episcopales de la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara. Fue construida durante el siglo XIV sobre una mezquita del XIII. Es uno de los santuarios más importantes de la ciudad.




Después callejeamos, encontramos sitios diferentes. Nos sofocamos de calor. Nos  sentamos media hora a la sombra, a  tomar algo fresco. Cada uno donde quiere que en Esplai Viatges, no te obligan a consumir donde ellos digan. Te dejan a tu libre albedrío. Hacía más de treinta y cinco años que no me apuntaba  a ningún viaje organizado. Ya saben ustedes que, según mi amigo Remigio Oltra, soy una mantera  profesional. Pero me está  gustando esta organización tan  libre.


Llegamos al Palacio del Infantado, ordenado construir por el duque del mismo nombre a finales del siglo XV. Una verdadera joya del gótico isabelino con elementos renacentistas. En 1560 se  casó en este palacio Felipe II con Isabel de Valois.




Tanta cultura nos  ha abierto el apetito. Comemos  cada uno por su lado. Yo con Carmen Coca y Juan Jareño, el  único hombre que  viaja solo. ¡Ahí tú, valiente! Que además  resulta ser de Silla, conoce a mi amigo Paco Baixauli y ha estado varias veces comiendo en La Matandeta. Volvemos  sobre  nuestros pasos y nos sentamos  en una  terracita frente  a la concatedral. Calamares a la romana, morro de cerro crujiente y riquísimo y croquetas perfectas.
Y por la tarde, por  fin, emprendemos  ruta  hacia Brihuega. A ver la floración de la lavanda alcarreña.

1 comentario:

  1. Estimada María Dolores:

    Precioso viaje, sobre todo para tantísima gente que desconoce la España Castellana, esa que por culpa de intereses y políticas ha creado a través de los siglos enemistades absurdas “Inter pueblos”.

    Mucho que ver, mucho que conocer, mucho que valorar y muchísimo que aprender, desde cualquier óptica ya sea social, costumbrista o desde la mía profesional, es decir la Arquitectónica.

    Me han gustado tus fotos, pero destaco una que aporta un mensaje “Subliminal” o al menos así se puede aceptar:

    “Rotos y Descosidos”; ARREGLOS.

    Opino que contra tantos rotos como nos rodean, y descosidos que van apareciendo, nos hacen falta muy Buenos ARREGLOS.

    Disfrutad, como tú sabes hacerlo.

    Víctor Iñúrria

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