miércoles, 22 de mayo de 2013

GABRIEL, EL MÚSICO

Les conté hace un mes que se me estropeó el ordenador y gracias a Gabriel, el hijo de unos vecinos, conseguí solucionarlo.
Gabriel Pérez Romeiro es francés, francés. Su madre, Olimpia, gallega, emigró desde su Galicia natal a Francia a los diecisiete años. Su padre, Alfredo, es nieto del general Fiol que se mantuvo leal a la República y por eso fue ejecutado por los franquistas. La madre de Alfredo, proveniente de la aristocracia santanderina pasó a Francia como tantos miles de republicanos y en el campo de refugiados de Toulouse conoció al que sería su marido, capitán del ejército republicano.
A los padres de Gabriel los conocí en cuanto llegué a Puyricard  porque cogíamos todas las mañanas el mismo autobús para ir a Aix. Ellos a su trabajo, yo a la Facultad.
La última vez que estuvieron aquí mi marido y Manuel fuimos a visitarlos y esa tarde conocimos a Gabriel. Manuel le preguntó que por qué no se tragaba el bulto que tenía en la garganta, en mitad del cuello y a todos nos dio la risa. Espérate unos años  y tú tendrás uno igual, le respondió el muchacho. Gabriel habla perfectamente el español, estudió comercio exterior en Lyon y estuvo año y medio de prácticas en Barcelona. Pero a Gabriel lo que le interesa de verdad es la música y a ello se dedica ya al cien por cien.
La mañana que me acompañó a solucionar el problema de mi ordenador, yo, agradecida, lo invité a comer en La Cantine , un pequeño restaurante corso que a las amigas irlandesas y a mí nos encanta.
En la terraza, mientras dábamos cuenta de una suculenta ensalada con figatelli, repasamos nuestras referencias musicales. A Gabriel le encanta Serrat, pero nunca había oído hablar de Joaquín Sabina.
Le digo que tiene muchas cosas en común con el granadino, ambos comenzaron tocando en las calles.
Gabriel aprovecha las mañanas soleadas de esta primavera para tocar en las calles de Aix, repletas siempre de gente. Pero será en Lyon donde lo escuchemos por primera vez.
Me envió un mensaje preguntándome si todavía estaba en Francia y me dio la dirección del pub donde actuaba el domingo por la noche.
 
 
 
En el Vieux Lyon, en la Rue Saint Georges, en el pub irlandés Johnny's Kitchen, Gabriel nos canta canciones de Pink Floyd, Red Hot Chilli Pepper's, canciones  francesas y también Bella Ciao, mientras los parroquianos se deleitan con hamburguesas que tienen fama de ser las mejores de Lyon, o Jackets potatos, patatas típicas irlandesas, hervidas en su piel y rellenas.
 
 
 
Gabriel ha decidido venirse a vivir a Lyon, trabajará en un semanario  que informa sobre la actividad cultural y musical de la ciudad, pero seguirá viajando a Aix para ensayar con su grupo y ver a sus padres. El muchacho tiene ganas e ilusión no le falta.
Nos quedamos solo la primera parte de su actuación. Clara y Jose tienen examen el martes y les esperan horas de estudio.
Las fotos de Gabriel no son mías sino de mi compañera y amiga Clara Martínez, pero de la mirada de Clara, les hablaré otro día.
 
 

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