jueves, 20 de julio de 2023

SEGUNDO Y TERCER DÍA DE CLASE.

 


                                                         Don't change horses in midstream

                                                                       Irish proverb

Me escribe a las seis de la mañana, hora local,  mi amigo Remigio Oltra y me pregunta en inglés si ya le he tocado las tetas a la estátua de Molly Mallone. ¡Vete a la porra, guapet! Tengo asuntos más urgentes de los que ocuparme.



Más follón en la habitación. Me ha salido un  ripio. Anteanoche Monique y yo caímos rendidas. Nos  volvímos a perder  por  separado. Yo me hice quince kilómetros andando. Cuando llegué a casa, no me acordaba del pie operado porque me dolían exactamente igual los dos. Ducha, un poco de fruta y a dormir. Pero a la señorita Ángela le dió  por convencer  a Sara de no sé qué. Hablaban con un tono muy alto y no  apagaban las luces.

Así que por la mañana, a las seis aparté las cortinas y me puse a telefonear. Sara se ha  levantado con cara de cabreo y  las ha vuelto  a  correr. Yo las he apartado. Ella las ha vuelto  a correr y me ha dicho: You fuck me. Parecía una escena de Willy Wilder. 

Me he  cansado del numerito de las cortinas y me he ido a la ducha. Después me he  puesto  a secarme el pelo con  mucho ruído. 

En los lavabos de la  escuela, se me ha  acercado una jóven de rasgos asiáticos y acento argentino. Me ha  preguntado si  yo era María y si me  hospedaba en la casa de Karen Gorry. Lo que yo les diga, se me ve mucho entre  tantos jóvenes.

Me ha explicado que ocupó la  misma cama que yo durante tres meses  y la  dejó  libre justo el  domingo por la mañana, harta de los  encontronazos con Ángela. Le he contado  lo  sucedido, me ha aconsejado que hable con Karen.

María de los Dolores, que no  eres ni una adolescente, ni  una  veinteañera. Conocimiento y experiencia. Como mi inglés es awful, le he escrito una carta a Karen explicándole lo sucedido. Me ha contestado que don't worry, por la noche hablaríamos. Así ha sido. Parece que las dos se han bajado del burro y  podemos dormir Monique y yo desde las diez. Yo no he  repetido ninguna escena de El apartamento.


Tengo profesora nueva. Laurence es belga, pasa su primer verano dando clases en Dublin. Habla alemán, inglés, neerlandés y flamenco. Dice que su francés está muy oxidado. Ayer le  pedí permiso a Colm para quedarme también en una de  sus clases de conversación. Yo he  venido aquí a lo  que he  venido: A mejorar mi inglés lo  más rápido posible. La clase era de cuatro alumnos: Un ruso de Moscú, un saudita de  La Meca, un italiano de  Roma y una japonesa de  Kioto.

La japonesa tiene sesenta y nueve años y pasa seis meses  en Dublín aprendiendo inglés. Ya lleva dos, pero no le  entiendo ni papa. Le ofrecí chocolate de mi  tableta y se la quedó toda, a cambio me dió un paquete de papas. Deben de ser  costumbres de su país.


Acabo las clases a la  una y María, la italiana, también profesora, a quien  he  conocido esta mañana en una de las clases, me propone compartir un panini, pero quiero ir de compras. Así que lo dejamos para mañana. En la parada, me doy cuenta que el 41X, que  es  el que suelo  coger, no pasa hasta las cinco de la tarde. A mi  lado, un  chico mexicano habla por  teléfono. Cuando termina la  conversación, le pido  ayuda. Cogemos el mismo autobús, el  135 hasta el centro. Se llama Paolo Castillo y me  cuenta  que es  ingeniero de minas  y  que ha  venido a Dublin a aprender inglés durante un año y  medio. Quiere hacer  un máster en el norte de  Suecia, donde abundan las minas, pero  le piden un C2.2. Cuando llegó no sabía nada de ingles y ahora se defiende.  Se va a cambiar de escuela a otra más  barata, pero  seguirá en  la  misma hostes family. También ha encontrado trabajo para pagarse los estudios porque se le terminaron los ahorros.  Durante el trayecto me cuenta un montón de cosas. Nos despedimos y me dirijo  a  otra parada.

Consigo hablar con mi nieto. Manuel parece feliz. A través del teléfono oigo las voces de  sus compañeros. Ha estado en  el jardín botánico. En las clases le  ayudan los nuevos amigos. Le pido, al  menos, que me  envíe fotos. 

Salve y ustedes lo pasen  bien. Esta  noche Karen y su marido nos han invitado  a barbacoa. 






9 comentarios:

  1. En buena hora, disfrutan al máximo y los privilegios qué nos regala la vida 🪷🇪🇸🌷

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  2. Disfrutona, a pesar de todo !!! Sé FELIZ 😄

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  3. 😆Buenos días, con una sonrisa al leer tu crónica!!! 👏👏👏💐

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  4. A disfrutar, echo de menos la Matandeta y sus arroces, cuando me recupere, tengo que ir a ver a Elena y a ti Dolors.

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  5. When there's a will, there's a way.

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  6. Thanks for the irish proverb

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  7. Un fuerte abrazo María "La Matandeta", que cantaría Carlos Cano. Envidia sana por tus correrías turístico-culturales.

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