viernes, 14 de enero de 2022

CLEOPATRA, MARCO ANTONIO Y PAMUKKALE

 



Pamuk, en turco. significa algodón. Pamukkale, castillo de algodón. La foto se corresponde a nuestra visita a este lugar que no es nieve, ni es hielo, ni sal, ni tampoco algodón. La caliza  de creta y el bicarbonato de calcio han creado  estas formaciones que ven a mi espalda. Pequeñas piscinas naturales que  se  han ido formando con el paso de los años. El agua surge en la parte alta de la colina y con paciencia, creando cascadas en forma de terrazas a lo largo de toda la ladera. Estalactitas incluidas.

Pamukkale se convirtió en un potente reclamo turístico. Se construyeron multitud de hoteles alrededor. Los turistas venían con sus jabones, su champú, se bañaban a destajo y sin contemplaciones. Cuando la UNESCO decidió proceder a su declaración, empezaron por derribar los establecimientos hosteleros y prohibir los baños. En 1988 fue declarado Patrimonio de la Humanidad y se revertió su estado.
Dicen que Marco Antonio y Cleopatra pasearon su amor por estos lares, en dos ocasiones. La segunda estancia duró siete años. Te indican un lugar donde se dice, Cleopatra se bañaba. No lo sé. No he encontrando referenciaas, salvo las que nos indicó la guía. Pero sí que es cierto que fue un gran centro balneario desde muy antiguo. Aquí se erigió la ciudad de Hierápolis. 



La ciudad helenística  de Hierápolis fue levantada aquí hace dos mil años para aprovechar las virtudes de las aguas subterráneas. 


Por sus restos arqueológicos, fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1998. Esta ciudad, Hierápolis fue ubicada por el rey de Pérgamo y dedicada a su esposa Hiera, alrededor del 180 a. de C. Durante el reinado de Tiberio, en el 17 d.C., hubo un terremoto y la ciudad quedó colapsada. Más tarde sería reconstruida y convertida en una típica ciudad romana, centro de descanso veraniego para  los nobles del Imperio, atraídos por las aguas termales. Un terremoto la destruyó  y desapareció durante el siglo XIV.




Y nos vamos. Cuántos kilómetros hemos recorrido  por la península de Anatolia. Y los que nos quedan. Manuel está totalmente ambientado. Ha hecho amigos en Burgos y  en Chile. No se aburre durante todo el viaje y presta atención a las explicaciones históricas. Hasta que lleguemos a Éfeso. La ciudad que erigieron las amazonas. Se llama así por Efesia, una de ellas.


Efeso fue una de las  doce ciudades jónicas a orillas del mar Egeo. Importante centro religioso, cultural y comercial. Pablo de Tarso permaneció tres años en ella, a partir del 54. Parece ser que en aquella época debía existir una importante comunidad judía, puesto que la ciudad contaba con una importante sinagoga.






El edificio que ven en esta  fotografía  es la biblioteca, impresionante y a la que  le falta un planta.

Pasaremos la noche en Esmirna y  a la mañana siguiente, regreso a Estambul. ¡Qué bien se está cuando se está bien!

1 comentario:

  1. Yaptığınız güzel gezi için tebrikler = Enhorabona pel magnífic viatge que n'esteu fent.

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