domingo, 10 de marzo de 2013

TREINTA AÑOS Y UN DÍA

Le pedí al Caballero de la Melena Plateada que pasáramos juntos el cinco de marzo. No es que me quisiera sentir una reina Ginebra entre sus brazos, al cabo de tanto tiempo y con un lecho de pétalos de rosas bastante deshidratados. No, nosotros, tan poco dados a las celebraciones, puesto que nos pasamos la mayor parte del tiempo preparándolas para los demás. No, era otra cosa, quizàs un reto.
Y el Caballero de la Melena Plateada me sugirió que mejor celebráramos treinta años y un día.
Yo, tan dada a los juegos de intertextualidad, acepté la justa y su pañuelo.
Il était une fois... Una muchacha en flor que preparaba un examen de derecho canónico a la sombra de un sol de primavera. Que por mayo era, por mayo, cuando nace la calor.
La carrera no me entusiasmaba, pero me explicaron en casa que con los sueños no se ganaba dinero. Mis padres, queridos, fruto de la neurosis de  posguerra. Llevo el pelo sucio, un pijama descolorido y el batín de mi madre. En cuanto acabe este tema, me ducho y me hago la toga.
No hay nadie en la casa, entrañable y familiar. Y ahora tiene que sonar el timbre. Mejor, no hago caso, estoy sorda. Pero insisten e insisten. Como si en ello les fuera la vida.
Oigo primero una voz de hombre que me llama por mi nombre y confunde mi segundo apellido con el de mi padre. No tengo más remedio que dar la cara.
La casa de mis padres, construida sobre lo que antes fue otra casa familiar, se componía de tres plantas. La primera, para enseñar a los vecinos, la segunda sin tabicar, para el día de mañana. En la terraza un ático, donde reinaba mi madre a sus anchas. En el intermedio de la segunda, en  mi adolescencia y con mi espíritu ya entonces inquieto, mi padre me habilitó una gran habitación donde a los dieciséis años daba clases de repaso y me refugiaba con mis libros y mi mundo, Desde allí bajé para encontrarlo.
Tenía, una hermosa melena negra como el azabache. A su lado, la chica era gris, no sólo por  la rotundidad del pelo, completamente encanecido  en plena juventud, sino porque me pareció anodina .
Me puse un viejo pantalón de pana negro, un suéter de mi hermana y un bolso de mi madre. Pero mi pelo estaba sucio y grasiento. Cogí las llaves de la entrada y me fuí con ellos. A ver qué se les habría perdido.
Podría haber dicho que no, que no estaba mi padre y yo no sabía nada. Que no tenía las llaves, que no había piso que enseñar. Que era antipática y que tenía el pelo sucio.
Podría... Pero si yo hubiera hecho eso, a Copérnico jamás se le hubiese ocurrido decir que la tierra era redonda, que la circulación de la sangre existe porque así lo demostró Servet y que Colón partió con tres carabelas a descubrir las Américas. Podría haber hecho eso y no hubiera cambiado el mundo, ni la faz de la tierra. Ni hubiera nacido Helena. Pero entonces, ahora, yo no sería yo. Y él nunca hubiera sido él.
Bueno, aquí estamos. Hace gracias a todo lo que digo. La chica que lo acompaña, su novia, su futura esposa, cada vez es más invisible. A mis ojos. Y por lo visto a los suyos .
Pero tengo la sensación de que ya lo conozco. De que lo conocía. ¿En otra vida? No. ¡En el autobús! Sí. En el autobús hace tres años. Después de la gota fría. Octubre. Cuatro días sin clase. Por fin ha salido el sol, esta tarde. Así que de quedarme en casa, nada. Ya me lo he leido todo. Pero el autobús está vacío. No sube nadie hasta Horno de Alcedo. Un chico, bastante mayor que yo. El pelo muy negro, un chubasquero rojo y una bolsa, imitación de piel marrón. No me mira. Y no hay nadie en el autobús, se sienta al final. Y yo no vuelvo la espalda. Hasta luego. Hasta siempre.


Lo que sucedió después de aquella mañana de mayo fue completamente imprevisible. Fue sin querer, es caprichoso el azar. No te busqué, ni me viniste a buscar.Tú estabas donde no tenías que estar y yo pasé, pasé sin querer pasar.
Una historia que se cuenta a medias. Dos personajes con pocas cosas  en común y mucho menos para resistir la fatiga del largo viaje. Una canción cuya letra apenas se conoce y se tararea mal y se toca peor a cuatro manos.
Él siempre dice que es el que más amó. Yo digo que fuí la que abrió más espacios, tendió más puentes, creó más intersecciones en común. Él guardó más y tuvo más paciencia. Yo más fuerza y más imaginación.
Él respetó siempre mi libertad, mi afán de independencia.Yo le enseñé que donde va la corda, no siempre va el poal. 
Pero a ver quien no le pasa el brazo por el hombro y lo consuela. De haber sabido que ella vendría con un batallón de amigos homosexuales y amigas peculiares, que se traería a casa a cualquiera que se encontrara en la calle y le cayera bien, que sería tan exagerada: rie más que nadie y llora por nada. Que se largaría a cualquier parte del mundo, a bambar a lo tonto, en lugar de quedarse tranquilita en casa, limpiando los cristales. Que no la calmarían ni la edad, ni los rangos familiares. Antes y sobre la marcha se inventaría nuevas historias donde ejercer de Alicia en su País de las Maravillas.
Claro, que si ella se deja, igual te cuenta que nunca en la vida la avisó nadie de que se casaba con un dogmático, ella que es la heterodoxia pura. Que de tanto aplicarse en la enseñanza, le salió un alumno aventajado y respondón. Y ahora, que por pasar pasó de todo, se acuerda de que andábamos sin buscarnos, pero sabiendo que andábamos para encontrarnos.
Hoy no es cinco de marzo. No llueve y nosotros los de entonces, ya no somos los mismos, aunque nos guste la misma canción.
Él está cansado, ella también. Pero no. ¿O sí? ¿De qué?
Nunca fue fácil, ni entonces, ni ahora.
A nadie te pareces desde que yo te amo.
Pero el amor también es una trampa. Te quiero tanto que no se te ocurra hacer nada sin mí.
No es el caso.
El ave Fénix. Reinventarse para seguir existiendo. Hay mucho más que muebles en común.




8 comentarios:

  1. El caballero de la Melena Plateada, no sabe que es mejor ser Arturo o Lancelot, de los dos tiene algo, si bien ha compartido penas artúricas, es mas Lancelot, no lo dudes. Pero como dice la canción "que veinte años no es nada" pues treinta menos y un día, según dice mi amigo Xavier Mari, el doble "res de res".
    Es bueno y necesario reinventarse y por supuesto hay mucho, y mucho...., mas que muebles. Ahora bien, lo que es seguro es que pocos momento de aburrimiento si que ha tenido.... y eso es de agradecer a pesar del cansancio.

    El Caballero de la Melena Plateada

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  2. Je suis mervellé
    de le votre felicité!


    Perdut pel mon

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  3. Tu mejor texto. ¡Enhorabuena!

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  4. Us done l'enhorabona, per tot, el viscut. Per molts anys més que us cuideu l’un a l'altre

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  5. ¡Enhorabuena María Dolores! El amor es la más maravillosa experiencia que toca nuestras puertas, hace real el mundo de nuestros sueños.

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  6. Que sería de la vida sin arriesgarse en el amor?. Me gustó. Saludos

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  7. Essence by Pearl S. Buck.
    I give you the books I’ve made,
    Body and soul, bled and flayed.
    Yet the essence they contain
    In one poem is made plain,
    In one poem is made clear:
    On this earth, though far or near,
    without love there’s only fear.

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