sábado, 28 de marzo de 2020

DÍAS DE CONFINAMIENTO






Cada día de esta semana pasada, a partir de las nueve de la mañana, el grupo de watshap de profesores del Leo parecía el ágora en tiempos de Platón y sus discípulos. Cómo se cuelgan artículos en Aules. Alguien sabe qué pasa con Itaca, no me deja entrar. El servidor no funciona. Quién es el tutor o tutora de 1ºESO C y D. Acaban de enviar un correo a gva para activar y usar el Webex. No habrán oposiciones este año. Por favor, podéis enviar los deberes por el corporativo a K.Z. sus padres no están conectados a Itaca. Ni sus padres, ni un gran número de padres. Alguien sabe si el alumnado de bachillerato ha podido acceder a Aules ya... Nunca me podría imaginar que tendría tantas ganas de volver al Instituto. Yo, también. Y yo. Y yo.
Cuando acaba la jornada estoy más cansada que si le hubiera dado cincuenta vueltas a la plaza de toros de Vinaròs. Y con tan  poco rendimiento.



Vinaròs, de pronto, ya no está a ciento cincuenta kilómetros, sino en el confín del mundo. Y tengo por todos los medios que seguir unida a mi alumnado. No los puedo perder.
En Vinaròs está mi  mundo cotidiano, en un apartamento que ya no podré mantener, así que, domingo, 22 de marzo, hoy es el aniversario de la muerte de mi padre, hoy hace justo dos años que...
Llamo a mi amigo Xavier Marí y me pongo a llorar como una magdalena. Llamo a mi amigo Joan Roig y me entran ganas de llorar al escucharlo. Vamos que me ha dado el día llorón. Decido ir el lunes a las seis de la mañana a desmontar el apartamento de Vinaròs. Sé que el confinamiento va para largo y en estos momentos yo soy el único recurso  económico de esta familia que, de la noche a la mañana se ha venido abajo. Cada euro, tiene que estar racionado, si queremos tener un futuro. Y sí que lo queremos.
Xavier Marí, me aconseja que me asesore bien antes de iniciar tamaña empresa. María Teresa Ulldemolins que consulte con mi abogado. Y los de la inmobiliaria, una pareja de alto riesgo, que ellos están encerrados en casa y de salir ni soñarlo. Hablo con la hija, me arregla los papeles. Pero, entonces, pienso en mi amigo y capitán del ejército y lo llamo. Enseguida me devuelve la llamada. Se encuentra en la sede de la ONU, en Quart de Poblet. Pero el lunes, veintitrés lo mandan para Madrid. Aquello es una Morgue. Yo no te aconsejo que salgas de casa. Es peligrosísimo. Hay controles por todas partes. Y las multas son de cuidado.
Así, que no lo hago. Vuelta a empezar. Tengo un apartamento en Vinaròs, con la nevera medio llena,  que en estos momentos no puedo pagar. Ni ir a devolver las llaves, ni recoger mis cosas. Mi familia depende absolutamente de mí. Hay decisiones importantes que tomar. Todos creemos en el futuro.
Y por fin el martes, amanezco sin llorar. Me sumergí, hasta tocar fondo y ahora se trata de nadar hacia arriba para llegar a la superficie y empezar a dar brazadas hasta  volver  a mi epicentro emocional. Reunión telefónica con mi jefa de Departamento. Las estrategias a seguir con el alumnado.
Después es preciso que salga de La Matandeta para ir al banco. Hay una gestión que es imposible realizar vía internet. Desde que volví de Vinaròs no me he movido de aquí, pero no me queda más remedio. El día es grís, ventoso. Me pongo los guantes y un pañuelo que me tapa prácticamente todo el rostro.
Al llegar a Sedaví, el Ángel de la Guarda pone en mi camino a la persona que me puede ayudar en el banco. Ha salido a dar una vuelta y fumarse un pitillo. Me dice que la espere en la puerta. Doy zancadas hasta llegar hasta allí. Me refugio en la zona de cajeros. Llega un joven si protección, tosiendo y maldiciendo. Llega un hombre de mediana edad. Llega Rosa y les dice que esperen todos en la parte de fuera que yo estaba primero.
Soluciono lo del banco. Apenas me cruzo gente en la calle. Una señora muy bajita que pasea dos perros, un coche de la Guardia Civil. La chica que sale del horno con un montón de barras de pan. Compro dos barras en el Don. Lorena me sonríe desde el otro lado de la improvisada mampara que le han puesto para vender. Entro en el talibán y compro champiñones. Bigotis se empeña en que me lleve una caja de fresones para casa, para Rubén. Que no, hombre, que no quiero fresones, solo champiñones.
Cojo el coche y llego a La Matandeta en un pisplás. Madre del Amor Hermoso. Qué bien se está en casa.


El resto de la semana es de mucho trabajo. Yo delante del ordenador con mis alumnos, intentando no perderlos. Helena delante del suyo cerrando la contabilidad. Hablamos con el abogado, con la gestora, con los bancos. Vamos a por el erte. Nos leemos el Real Decreto.  Voy a por el alumnado.
Llega el viernes. No hay manera de entrar en Aules. Paso la mañana trabajando sin conseguir apenas resultados. Yo no envié mis naves a luchar contra los elementos. Llega la tarde. Se rompe el grupo electrógeno con el que nos fabricamos nuestra energía eléctrica. El mecánico no consigue arreglar la avería. No tendremos luz, ni agua, ni wifi, ni teléfono hasta el lunes como mínimo. Pero yo ya estoy en mi epicentro cuando Helena se viene abajo. Menos mal que no nos da a todos al mismo tiempo.
Helena llora  de impotencia y yo la hago reir.
Me pongo el anorak y le anuncio: Me voy. A dónde, madre. A Paris! Sacré bleu! A dar una vuelta por La Matandeta. Solo tenemos siete mil metros. Y consigo distraerla durante un rato... 

2 comentarios:

  1. Muchos ánimos!
    Honestamente, hasta que consigamos mantener el contacto, se hará díficil pero esperemos que sea gradual.
    Por cierto, el jueves tuve una caída de Wifi y ya me pensé lo peor.
    ¡Ánimos y esperemos que acabe esto pronto!

    JJPOZO

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  2. No sé si cuando escribes te das cuenta de lo que escribes o si es pura ironia o si siempre viviste cómodamente y no comparaste tu privilegiada situación con el resto de los mortales.De seguro que no me equivoco y fuiste una niña de papá, de ahí la desfachatez de tus comentarios.Dar la vuelta a París, en estos momentos, con un espacio de 6 kms te parece poco? Qué te parecería dar la vuelta en un piso de apenas 55 metros cuadrados y conviviendo con 5 personas más? Porque niña, pasarlo mal lo estamos pasando todos,y si el Gobierno no cumple lo prometido, nos vamos todos al garete

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