martes, 23 de septiembre de 2014

UN ELEFANTE Y CUARENTA BOCADILLOS


Hay muchas personas interesadas en saber por qué la oscarizada actriz Gwyneth Paltrow vino a parar a La Matandeta para grabar junto al cocinero italo-americano Mario Batali el programa dedicado a Valencia y a la paella y cuánto dinero nos costó participar en la serie Spain in the road, again. Empecemos por lo último: nada, absolutamente nada, es más, pagaron la comida de cerca de treinta personas que es a lo que subía el número de componentes del rodaje.
Pero la historia no empezó el 5  de marzo de 2.008, día de la grabación, día que Rafa Gálvez y yo celebrábamos veinticinco años de matrimonio. Como todos los buenos relatos, la historia comenzó a fraguarse bastantes años antes y así sucedió...

Era octubre y Helena tenía diecinueve años. Con la edad, para no perder la memoria, me apoyo en las asociaciones. Era octubre porque el 24 es el cumpleaños de Rafa Gálvez y nosotros, él y yo, Rafa Pérez y Mari Carmen Domingo de El Pelegrí, de Chiva andábamos por Mallorca para asistir al concurso de sumilleres de España en el que se presentó Bruno Murciano por la asociación valenciana.
Y Helena sé que acababa de cumplir los diecinueve porque tenía recién estrenado el carnet de conducir y porque su cumpleaños también es en octubre.
En el paisaje mallorquín se percibían  los últimos coletazos del verano  y en la Marjal había terminado la siega del arroz, mientras  recorríamos la carretera de Palma a Manacor para celebrar en Algaida y en el restaurante Ca'l Dimoni, el aniversario de Rafa con ses sopes mallorquines, que en realidad no lo son porque son secas y sin caldo. Durante todo el tiempo sonó el móvil y tuvimos a Helena colgada del hilo inexistente de la comunicación.
- Mamá, aquí al lado, en una era, están grabando un anuncio publicitario, hay un montón de gente.
Ha venido uno de ellos a pedirnos que les preparemos unos cuarenta bocadillos.
La Matandeta estaba cerrada cuatro días por descanso. Es muy raro que cerremos nunca más de una semana de vacaciones, nos las apañamos como podemos para descansar, y mira por dónde, hasta con la puerta cerrada, pueden ocurrir cosas importantes en el edificio de tu vida.
- Pues los preparáis, ¿para quién es el anuncio?
- Para El Corte Inglés. Han traido un elefante y están simulando  el paisaje de la India.
- Pero si nosotros no vendemos bocadillos. ¿De qué los preparamos?
- Coge el coche y vete al horno de El Saler.¿ No tenéis patatas, cebollas, huevos, fiambre, embutido, aceite de oliva, tomates...? Pues hacéis bocadillos.
- ¿Y qué cobramos de cada bocadillo?

Entre Helena, mi padre, Anie y el jovencito Miguel sirvieron la comida al equipo del anuncio de rebajas para El Corte Inglés: bocadillos con jamón y su pan con tomatito, tortilla de patatas con un pelín de cebolla y esponjosa por dentro, de mortadela y salchichón, de blanco y negro con francesa. En la variedad estuvo el gusto de los artistas cocineros, unas papas, unas olivas chafadas, pebreres poco picantes, cacaos, botes de bebida, naranjas de postre  y café de termo. Y el catering estuvo listo y servido.
Charly Pinsky, productor ejecutivo del asunto, debió de quedar contento porque un par de años más tarde volvió a aparecer por La Matandeta con la intención de grabar la preparación de una paella a leña. Pero hacía mucho viento y se marchó a L' Alter de Picassent.
Un año después vino de nuevo a comer con un par de compañeros y ahí tuvo lugar nuestro primer diálogo:
- ¿De dónde eres?
- De Nueva York.
- Mira, como Woody Allen, pero tú eres más guapo y más simpático.

La cosa de esta historia tiene gracia, porque tres meses después de que Manuel llegara al mundo, volvimos a cerrar una semana de descanso. Rafa Gálvez partió de nuevo a una reunión de sumilleres esta vez a Málaga; Helena y Rubén, un corto viaje de enamorados a Granada y Manuel y yo nos quedamos montando guardia en La Matandeta, con libros, películas y biberones cada tres horas.
Y volvió a suceder...http://www.spainontheroadagain.com/vv_valencia.shtml.







https://sp.yimg.com/ib/th?id=HN.608024265389572247&pid=15.1&P=0

Volvió a suceder que con La Matandeta cerrada al público sonara el teléfono y me dijeran desde la Agencia Valenciana de Turismo que al día siguiente llegaría un productor americano para hablar con nosotros acerca de una grabación.
Y al día siguiente, llegó primero Rafa, que se puso un poco nervioso al ver que no acudía nadie a la cita y era nuestro último día de vacaciones, hacía sol y sería muy agradable comer en la playa de Pinedo y pasear a Manuel en su carrito.
Pero desde el otro lado del teléfono, un técnico de la Agencia insistía e insistía en que no nos moviéramos de allí, que los americanos llegarían y que aquello era muy importante para nosotros.
Con hora y media de retraso sobre la hora convenida, apareció un todo terreno del que bajaron un joven asturiano con barba, un japonés y ... el inefable Charly Pinsky, el neoyorquino como Woody Allen, pero más simpático. Solo les pudimos ofrecer unas cervezas y unas papas, pero él nos enseñó en su ordenador la serie que andaba grabando por toda España Spain in the road, again con  Paltrow y un cocinero que era a los Estados Unidos lo que Adriá a Europa.
Charly, que habla un perfecto castellano, nos contó que nos había elegido para grabar el capítulo de la paella porque siempre recordaba con agradecimiento el día que aquella jovencita morena le resolvió la papeleta al prepararle una improvisada comida para cuarenta personas.

El día de la grabación, como ya dije antes, fue un cinco de marzo, día ventoso donde los hubiera.
Recuerdo que vinieron algunos amigos nuestros a ver cómo trabajaban y sobre todo, a conocer de cerca a la bellísima Gwyneth Paltrow, pero no nos dejaron tomar fotos, cosas de la imagen de las estrellas.
También recuerdo que el técnico de la Agencia Valenciana de Turismo, Juantxo Llantada, me repetía entusiasmado, María Dolores, ¿eres consciente de que os van a ver ciento treinta millones de personas en todo el mundo? Ya será alguno menos, le contestaba yo, escéptica.
Lo bien cierto, es que desde que se empezó a emitir en cadenas de televisión, primero americanas, y después de cualquier parte del orbe, por La Matandeta no dejan de aparecer ciudadanos del cosmos que con patente de viajeros, preguntan dónde está Manuelo, el maestro zen de la paella, mi padre, que murió  justo un año después, el 22 de marzo, convencido de que en cuanto cerrara los ojos, desaparecería del mundo sin que lo recordaran y mira por dónde hasta la coreana Sunnie Wonsun Yang, llegó desde Seul preguntando por él, con una edición del libro de la serie, editado en coreano.
Dicen que la casualidad no existe, que siempre hay algo o alguien que la provocan. En esta ocasión fueron un elefante y cuarenta bocadillos.
Salve y que lo pasen muy bien. Yo, el domingo me voy a ver a Derek Moxon, mi casero inglés en Francia, Ya les cuento, un beso y feliz otoño.




http://youtu.be/AXeTp_LPKyE

2 comentarios:

  1. ...a Las Personas Extraordinarias Les Suceden Sucesos Extraordinarios.
    Me Encanta.

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    1. Gracias. Hoy es tres de octubre y cumplimos veintitrés anos; Te escribo desde la Provenza y por eso mi n no tiene virgulilla; Un gros bissous et à bientot;

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