Ivoryton está en Essex. Es un pequeño pueblo de Connectica. Ya sé que Connectica se escribe Connecticut, pero a mí me gusta españolizar la palabra, como hacemos con Nueva York y tantas otras. Este pueblo, en cuyo cartel de bienvenida está indicado que es el único lugar del mundo que se llama así, con la palabra Ivory (se les habrá olvidado Côte d'Ivore), fue una de las varias áreas industrializadas en el valle del río Connectica. Hasta aquí llegaron inmigrantes de Suecia, Alemania, Italia y Polonia, como los de Eddie Brunnelli y Lennie Kysz que esta tarde nos acompañan al teatro en Ivoryton.
El pequeño lugar, que además adquirió el nombre de la materia prima conque trabajaba, se llenó de casas para los trabajadores y sus familias, para los encargados, para los empleados de primer nivel; de economatos donde adquirir los alimentos de subsistencia, de escuelas a las que acudir los hijos de los inmigrantes que ya no volverían al lugar de origen de sus padres. Nunca más que entonces, este lugar fue la tierra prometida de la que les habían hablado allá, en su lugar perdido de la vieja Europa.
La compañía que aquí se estableció controlaba el monopolio de toda la producción de marfil en los Estados Unidos. La zona prosperó entre 1860 y 1930 y llegó a emplear a seiscientos trabajadores. Ivoryton fue famosa por la fabricación, a partir del marfil, de teclas de piano. Cualquier concierto en el teatro más importante o en el más humilde de los escenarios, llevaba el sello de Ivoryton. Hasta finales de la primera mitad del siglo XX en que este material fue sustituido por el plástico. Protegimos a los elefantes y la liamos con el plástico, pero siempre la estamos liando.
No queda ni rastro de aquella producción de marfil, ni de los trabajadores que emplearon sus vidas en sacar adelante dicha industria. Pero sus descendientes siguen aquí, en la tierra prometida que encontraron sus abuelos, América. Ahora Ivoryton se ha transformado en un bonito pueblo veraniego, con un teatro, Playhouse, al que acuden compañías de todo los Estados Unidos. Esta noche, A chorus line, es representada por un grupo de Nueva York. El espectáculo está servido.
La compañía que aquí se estableció controlaba el monopolio de toda la producción de marfil en los Estados Unidos. La zona prosperó entre 1860 y 1930 y llegó a emplear a seiscientos trabajadores. Ivoryton fue famosa por la fabricación, a partir del marfil, de teclas de piano. Cualquier concierto en el teatro más importante o en el más humilde de los escenarios, llevaba el sello de Ivoryton. Hasta finales de la primera mitad del siglo XX en que este material fue sustituido por el plástico. Protegimos a los elefantes y la liamos con el plástico, pero siempre la estamos liando.
No queda ni rastro de aquella producción de marfil, ni de los trabajadores que emplearon sus vidas en sacar adelante dicha industria. Pero sus descendientes siguen aquí, en la tierra prometida que encontraron sus abuelos, América. Ahora Ivoryton se ha transformado en un bonito pueblo veraniego, con un teatro, Playhouse, al que acuden compañías de todo los Estados Unidos. Esta noche, A chorus line, es representada por un grupo de Nueva York. El espectáculo está servido.
Estàs guapísima xiqueta, et senta de categoria l'aire de l'ivori.
ResponderEliminarEs un placer leerte.força guapa!!
ResponderEliminarBueno pues eso...iba a decirte lo mismo...Estas muy guapa!!!Como me gusta leerte!!!
ResponderEliminarGràcies, xiques,
ResponderEliminarM'encanten els comentaris
Tu no et notes el canvi però nosaltres si, fes cas a eixos amics sabis que et diuen que no et quedes a soles.
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