Le tenía que haber dicho que sí la primera vez que me lo propuso. ¿Quieres que nos separemos, cariño? Pues, claro que sí. Tirémoslo todo por la ventana: la familia que formamos, el proyecto vital en común que con tanto esfuerzo llevamos adelante, el tiempo compartido... Pero las mujeres somos atávicas. Ellos, cazadores. No hemos cambiado mucho en miles de años.Me hubiera ahorrado parte del dolor que ahora siento. ¿Y qué? Sentiría dolor por otras cosas.
Hoy se han ido a comer con él. Hace cuatro meses que Helena no come con su padre. Yo preparo la la maleta. Y escucho a Frank Sinatra.,
Si ya no me quería, ¿por qué me lo puso tan duro? Fui yo la que la llamó. Y sabía que siempre tuvo fijación por él. Casandra pronosticó.
Ay, mamá es como Ana Blasco. Una de esas machuchas, gordas, que están locas por él.
Y va y acertó. No me había dado cuenta de lo mucho que él había cambiado. La última vez que lo ví, el día que firmamos el divorcio, no le reconocí ni la mirada.
Me llevo poca ropa. Supongo que hará mucho calor. Voy a caminar y a caminar por las calles de Nueva York.
Me han contado el caso de un ex-conseller de la Generalitat Valenciana. Cuatro hijos, la mujer profesora de la Facultad de Económicas. Él le envió un correo electrónico para decirle que se marchaba con otra veinte años más joven. ¿Qué les ocurre cuando llegan a cierta edad? ¿Quieren vivir una segunda juventud en el espejo de una mujer mucho más joven? ¿Y a ellas? ¿Qué no saben qué les espera con un anciano a su lado?
Que no se me olviden los dólares que me cambió Carlos Chungata. Están dentro de la matriuska. Me pondré ropa muy cómoda para el viaje. El diputado nacional tampoco fue muy original que digamos. Ella, la ejecutiva del PSOE, le criaba a los tres niños. Llegó el verano y le dejó una carta encima de la mesa del comedor. A los tres días salió en la prensa que se había casado con una de su pueblo, en la Marina. Pero pasó el verano y en septiembre volvió por donde solía. Ahora engañaba a su recién estrenada y joven mujer con la que había sido su pareja. Y así estuvieron durante años.
Seguro que esta noche, apenas duermo.
Me llevo poca ropa. Supongo que hará mucho calor. Voy a caminar y a caminar por las calles de Nueva York.
Me han contado el caso de un ex-conseller de la Generalitat Valenciana. Cuatro hijos, la mujer profesora de la Facultad de Económicas. Él le envió un correo electrónico para decirle que se marchaba con otra veinte años más joven. ¿Qué les ocurre cuando llegan a cierta edad? ¿Quieren vivir una segunda juventud en el espejo de una mujer mucho más joven? ¿Y a ellas? ¿Qué no saben qué les espera con un anciano a su lado?
Que no se me olviden los dólares que me cambió Carlos Chungata. Están dentro de la matriuska. Me pondré ropa muy cómoda para el viaje. El diputado nacional tampoco fue muy original que digamos. Ella, la ejecutiva del PSOE, le criaba a los tres niños. Llegó el verano y le dejó una carta encima de la mesa del comedor. A los tres días salió en la prensa que se había casado con una de su pueblo, en la Marina. Pero pasó el verano y en septiembre volvió por donde solía. Ahora engañaba a su recién estrenada y joven mujer con la que había sido su pareja. Y así estuvieron durante años.
Seguro que esta noche, apenas duermo.
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