Los argentinos no pronuncian la ll ni la y. La cambian por una ch, yo diría que resbaladiza aunque no suene muy fonético. Dicen chamame, choverá, cho. El modo imperativo no es como el nuestro. Ellos lo escriben como lo pronuncian: Vení, Lleváme, Comprás.
Un choro es un ladrón, un morocho es un hombre o un chico moreno, así a Carlos Gardel lo llaman el morocho de Abasto, una morrudita, una chica con mucho pecho, un changuito, un carro de la compra (lo que nos reímos con esta palabra). Emplean mucho la palabra italiana guarda que significa mira, presta atención.
Utilizan mucho la muletilla ¿si? Y aquí, como en otros lugares de Latinoamérica, como Cuba y Ecuador para decir vale dicen dale. Utilizan el vos: Vos tenés la culpa! !Ah! Y a todas horas: ¿viste?
El español de Argentina tiene una cadencia muy dulce.
Después está el lunfardo, una jerga, en principio de delincuentes, que se nutrió de las palabras de las distintas olas de inmigrantes, que habló después la clase media y baja, que se mantiene en algunos lugares de Argentina y también en Uruguay y de la que se nutrieron las letras de tango.
Por ejemplo, en lunfardo, la cana es la policía, la guita, el dinero, un gil, un tonto, el laburo, el trabajo. La palabra lunfardo viene del gentilicio lombardo. En el siglo XIV los lombardos eran usureros y prestamistas y de ahí derivó su fama de ladrones. En los conventillos, es decir, en las casas comunitarias en las que se establecieron los inmigrantes se hablaba variedad de lenguas y de ahí se fue creando un argot para poderse entender entre ellos.
Hoy es nuestro último día en Argentina y nuestra amiga Lorena nos va a llevar al barrio de Palermo. Eso sí, antes comeremos una parrillada en el barrio porteño de Boedo. Y a fe mía que se come bien aquí. Los argentinos comen a partir de las doce y eso hemos hecho nosotros en un asador lleno de familias, de parejas y de gente en su día de fiesta. Una curiosidad, en esta ciudad, no sé si en el resto del país, es costumbre tomar en el restaurante, botellas de cerveza de litro, algo que para nosotros se cierne a los bares de polígono.
En la plaza Serrano de Palermo hay montado mercadillo artesanal todos los fines de semana. Palermo es un barrio muy grande lleno de zonas verdes y parques. Es tan grande que se subdivide según la actividad. Está Palermo Soho, y Palermo Hollywood que es por los que nos movemos hoy. Está la zona donde viven los armenios, donde a Lorena todavía le queda familia. Un barrio de clase media y alta, limpio y ordenado.
Este barrio tiene su origen en las tierras que repartió el fundador de Buenos Aires, Juan de Garay, al navegante que luego conduciría las naves hasta la ciudad de Asunción por el río Paraná. A Palermo, que así se apellidaba, le concedió tierra rasa a lo largo de la orilla del río de La Plata.
Nos despedimos de Lorena en el sub. Ha sido una guía increíble por esta ciudad. Sin ella nos hubiéramos perdido muchos rincones porteños. Nuestra amiga nos abraza y nos dice que la próxima vez que vengamos, nada de hoteles, nos quedaremos en su casa de General Urquiza.
Si estuviera aquí mi amigo Remigio Oltra, le susurraría al oído: ¡Guarda!¡No sabes lo que acabas de decir!¡Estás ante una mantera profesional!
A la salida del sub, hay cola para entrar en el Café Tortoni, así que me lo pierdo, mañana nos espera un largo viaje de doce horas de avión hasta Madrid. Después, Valencia.
En Manises, Pepa cogerá un taxi. Tiene que ir a Sedaví, ducharse, cambiarse y acudir a un curso para auditores. José Vicente llamará a su hermano que lo acercará a Bétera, donde piensa desconectar el teléfono y dormir unas cuantas horas.
Rubén y Helena recogerán mi equipaje, me acercarán a Valencia donde pasaré cuatro horas antes de poder estar en La Matandeta. ¿Adivinan por qué? En el Perito Moreno recibí noticias de Mary Poppins y tengo que cumplir...
Gracias por seguirme en este viaje. Me dejo muchas cosas en el tintero, porque también hay otra forma de "contar el tango". Argentina es un país con una gran belleza natural. Pero como todo en la vida, también tiene su lado oscuro, siniestro. No se pierdan las películas "Argentina 1985" y "El vasco". La primera les estremecerá, la segunda les hará reír.
Gracias de nuevo y hasta pronto.
Gracies
ResponderEliminarBenvinguda
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