Il était une fois... Estaba yo contemplando esa maravilla de la naturaleza que es el glaciar Perito Moreno, cuando un caballero argentino, ante mi éxtasis, me susurró: Si le gusta esto, espérese a ver las cataratas del Iguazú.
Y de pronto sonó el watshap. Eran mis alumnos de cuarto de la Eso, ahora primero de Bachiller, del IES Baleares, que me contaban que estaban sin clases de Francés, sin profesorado sustituto. Pues yo estoy en la Patagonia, no sé si llegaré a tiempo. Y llegué, vaya si llegué a tiempo de que me adjudicaran la plaza. Del avión a dar clases. Aparqué el jet lag por unas horas y repartí saludos y toblerones.
Qué pronto vuelve una a sus rutinas, a vestir el uniforme de cada día. Vdr amanecer todos los días por la playa de Pinedo, Tomar el primer café en El Martinot, cruzar la Avenida del Puerto. Redescubrir que a la vida también le sientan bien los horarios.
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