El viajero tiene su filosofía de andar, piensa que siempre,
todo lo que surge, es lo mejor que puede acontecer.
Viaje a La Alcarria
Camilo José Cela
Camilo José Cela se echó a andar en 1946 por los parajes de La Alcarria. En Baroja, Azorín, Unamuno, la generación del 98, hubo una tradición viajera y una observación del paisaje. Para ellos, el paisaje es un elemento más de la novela, un protagonista a tener en cuenta. Cela, heredero de esa generación, viaja a pie en 1946 por el campo.
En Viaje a La Alcarria, Cela se presenta en tercera persona como "el viajero", aunque más parezca un vagabundo que va de lugar en lugar con su manta y su morral. Cela pretende alejarse de la autobiografía y crear su propio personaje. Cela viajó por La Alcarria entre el 6 y el 15 de junio de 1946.
Su viaje se inició en la estación de Atocha. De allí fue a Guadalajara, Comienza a caminar, contempla el paisaje y las gentes que va encontrando que son quienes relatan las características de los lugares, sus tradiciones. Cela empieza a componer coplillas que nos acompañan durante toda la obra.
Viaje a la Alcarria es un clásico de la literatura de viajes española. Una rara joya que hasta a su autor le sorprendió el éxito que obtuvo. Para él era su libro más sencillo.
Hace un mes, vinieron a comer a La Matandeta Carmen Coca, Isabel Febrer y Mercedes Alcaraz. En la sobremesa, me comentaron que se iban un fin de semana a La Alcarria. En Brihuega verían la floración de la lavanda. ¡Madre del Amor Hermoso! Pero si ese viaje lo quería hacer yo. Conozco la floración de la lavanda en la Provenza francesa y había leido y oido hablar de lo que se está haciendo desde hace treinta años con la lavanda en La Alcarria. ¿Puedo ir con vosotras? El problema es que vamos con Esplai Viatges y está lleno. Pero yo tengo enchufe en Esplai Viatges. Mi amigo Paco Baixauli trabaja como guía. Le envío un mensaje para que me eche un capote. La cuestión es que el hotel está lleno. Sin problemas. Compartiré la habitación con Mercedes.
En Trillo se juntan el río Cifuentes y el Tajo. Qué maravilla de cascadas, de frescor que da el agua. Esta fue una de las etapas en el viaje de Camilo José Cela. Y será nuestra parada para comer este viernes en que salimos a las ocho de la mañana de Valencia, veintidós personas, veinte mujeres y dos hombres. Uno de ellos viaja con su mujer. ¡Por Dios! ¿Dónde se meten los hombres cuando se divorcian? ¡Ja, ja, ja!
El autobús es de cincuenta plazas. Así que mantenemos las distancias reglamentarias. Aunque después nos sentemos juntos a cenar. Y todo el tiempo con la mascarilla puesta, que solo nos quitamos para comer o hacernos fotos. Esto es lo que hay.
El autobús es de cincuenta plazas. Así que mantenemos las distancias reglamentarias. Aunque después nos sentemos juntos a cenar. Y todo el tiempo con la mascarilla puesta, que solo nos quitamos para comer o hacernos fotos. Esto es lo que hay.
Comemos en Trillo. Cada uno, donde quiere y después seguimos viaje hacia Cifuentes, siguiendo la ruta de Camilo José Cela. Carlos, nuestro guía, nos va leyendo pasajes del libro.
Viajera aventurera. Literaria y espontánea. Coleccionista de experiencias y conocedora del amor y del humor. Un abrazote!!
ResponderEliminarQue bonito el viajar y cuantas experiencias, con covid o sin el, viajar siempre. Que te lo pases muy bien.
ResponderEliminarSoy Guillermo.
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