Sábado de mayo y de comuniones en La Matandeta. Niños que corren, camareros que van y vienen de la barra porque los clientes piden de uno en uno las bebidas. No importa, los médicos les han dicho que caminen. Y en mitad de este servicio, a reventar, suena el teléfono.
- La Matandeta, dígame.
- Me puede explicar en qué consiste el menú del día de Navidad.
Es una broma? Alguien me está gastando una broma y no tiene gracia porque vamos a mil.
La señora insiste en que nunca ha venido y quiere hacerlo, con su familia, el veinticinco de diciembre.
Le sugiero que llame más tarde, ahora no estamos para pucheros.
Cinco y media de la tarde. Han salido las tartas. Los niños comen chucherías. El azúcar parece tranquilizarlos.
Suena el teléfono.
- La Matandeta dígame.
-Por favor, me pueden explicar el menú del día de Navidad.
Le paso el teléfono a Helena y le digo que conteste ella que a mí me da risa.
Amanecer con ibis. Han llegado en cuanto han inundado los campos. Son animales sagrados, míticos para los egipcios me dice Remigio Oltra. Ya lo sabia. Paco Baixauli me contó que los flamencos saben filología y los ibis filosofía.
Llega más gente. La mayoría desconocida. Y el parking de La Matandeta se llena de Chevrolet, de Cadillacs, de Mustang y parece el Parque Central de La Habana, pero sin turistas.
Y llega otra semana. Y pido que los Dioses sean benevolentes y comprensivos. Y mañana pase rápido y sin historia.
Salve y ustedes lo pasen bien.
Eixe Remigio es un sabut
ResponderEliminar