What a sober man has in his heart, the drunk has on his lips Irish proverb Sábado lluvioso, el centro estaba repleto de gentes en su shopping day. El domingo no fue muy fructuoso. Me mojé por completo. Quería visitar el Modern History of Irland Museum, en la O'Connell avenue, pero estaba cerrado, no así las tiendas. Todas abiertas. Se me rompió el paraguas por el viento y, mientras esperaba el autobús de regreso a Swords pasaron dos chicas que me preguntaron por my broken umbrella. Una de ellas me regala una sonrisa y me ofrece su paraguas. Lo cambia por el mío. Cuando se marchan, me doy cuenta de que este también está roto. Serán costumbres de este país.
A veces me siento como la Nancy de Ramón J. Sender. Ella en Sevilla y yo en Dublín. Es una obra muy divertida. Una joven norteamericana decide escribir su tesis en la capital andaluza. El ambiente, las costumbres, todo choca con su forma de entender la vida.
El sábado de madrugada, se marchó Sara, la estudiante eslovaca. El domingo por la tarde llega Carolina Annunziata, una jóven napolitana de diecinueve años que estudia ADE en Rímini. Los estudiantes italianos son los más numerosos de la escuela. Puedo practicar italiano con todos ellos, pero sobre todo con Maria Morrone, a quien encuentro el lunes por la mañana en la diminuta biblioteca. Esta profesora calabresa ha venido para dos meses, va por la mitad de su estancia.
Paso la mañana estudiando y a las once y media me dirijo a una clase de conversación. Estaré ocupada hasta las cinco y media de la tarde.. Poco a poco me doy cuenta de que aumenta mi seguridad y mi vocabulario con el inglés y también el resfriado que he pillado. Con la lluvia y el frío los virus andan sueltos en el verano dublinés.
En la última clase del día, también de conversación, coincido con dos jovencitas francesas de Paris y Nantes. Tienen diecisiete años y me preguntan mi edad y por qué estoy aquí. Sonriendo les aclaro las dos demandas. Podría ser su abuela, puesto que tengo un nieto de quince años y me encanta estudiar y moverme por el mundo.
Hablando de nietos, anoche conseguí comunicarme con Manuel. Pasó el domingo de excursión en los acantllados de Moher y me envía unas fotos estupendas que verán a continuación. Le pregunto si está contento. Muy contento, ha hecho muchos amigos. Le insinúo si se ha enamorado. Contesta un no sé, que yo interpreto como una respuesta afirmativa.
Paso muy mala noche. He pillado un buen resfriado a finales de julio. Aquí el paracetamol lo venden hasta en el Lidel. Creo que me voy a quedar en la cama cobijándolo o lo arrastraré toda la semana. Ha llegado el momento de comenzar a leer Ulysses de James Joyce.
Salve y ustedes lo paasen bien. Y mucha suerte con los pactos.
Buenos días. En cuestión de experiencias, no te pierdes ni el resfriado irlandés.
ResponderEliminarCuídate, los resfriados de verano tardan mas tiempo en desaparecer. ☕️🍵💐
Hola Amiga, Cuidate que los resfriados en verano son malos,Las fotos de tu nieto muy bonitas, Cuidate y hasta pronto,Un abrazo,
ResponderEliminarNada más bonito para recordar que un amor de verano en Irlanda!
ResponderEliminarCuidate amiga los resfriados por mojaduras de lluvia son peligrosos.
Lo sé por experiencia