Enamorarse es un ejercicio de imaginación
No me cuentes tu vida. Luis G. Montero
¿Seguro que se encuentra bien? Si, doctora. De lo contrario hace tiempo que usted no me hubiera dado el alta. ¿Pero con suficientes fuerzas como para volver a trabajar? Mire que el invierno pasado estuvo bastante mal. Doctora, estoy feliz como una perdiz.
La doctora Agudo ha interrumpido con su llamada la comida que Joan Roig y yo compartimos en el restaurante Vaiven de Alcossebre. Antes de atacar a medias una chuleta de vaca, contesto la llamada y tranquilizo a mi doctora sobre mi buen estado de salud. Joan Roig y yo nos conocimos hace veintitrés años en San Sebastián, en el Primer Congreso de Gastronomía Española. Cruzamos nuestros caminos y gracias a ello, lo hicieron Rubén y Helena hasta terminar casados y con un hijo que hoy está a punto de cumplir catorce años.
Anoche volvimos de Tarragona, de visitar a Elena Delgadova y Juanma Puig. He descubierto la ciudad romana de Augusto gracias a ellos. Y a la profesora universitaria eslovaca gracias a Vicente Gimeno. Ya lo he contado otras veces. Me fascina el espacio y el tiempo en que las vidas se cruzan. Elena y Joan se encontraron en La Habana cuando ejercí de hada madrina. Me encanta mezclar a la gente.Primero llegó Elena a La Matandeta y después volvió con su hija. Tiempo más tarde con Juanma Puig, catalán nacido en Camprodón. Se conocieron a través de Internet. Un treinta de junio se citaron en Valencia y el mes de septiembre, el caballero se marchó a vivir con ella a Trencin, Eslovaquia, sin conocer a nadie, ni tener nociones sobre el idioma. Como dice Luis García Montero, enamorarse es un ejercicio de imaginación. Ocho años después, se han casado y reparten su tiempo entre Tarragona y Trencin. Antes la gente se conocía en una discoteca, una manifestación o en el trabajo. Ahora, las conversaciones de watshap son capaces de escribir un romance.
Siempre que vienen a Valencia, se acercan a La Matandeta para verme. La última vez en septiembre. Así que estaba bien que viniéramos hasta aquí. Joan Roig está pendiente de su regreso a La Habana y ellos viajarán a Trencin a pasar el invierno. Tarragona está bonita. Una ciudad patrimonio mundial en donde levantas una piedra y te aparece una ruina romana. La ciudad invita a pasear en este otoño tan cálido, a callejear y perderse entre sus terrazas.Luce un sol espléndido a la hora del aperitivo. Antes de que degustemos el gulash de Elena, antes de que regresemos a Alcossebre. Antes de que Juanma me preste No me cuentes tu vida, que es la mejor manera de establecer una cita en el futuro: pedirle un libro a un amigo.
No quisiera que nos volviera a dar un susto. No doctora, no lo daré. ¿Sabe por qué? Estoy como una campana en día de fiesta mayor. Tranquilícese.
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