Si te tomas las cosas a vida o muerte, morirás muchas veces.
Adam Smith
José Miguel París volvió a La Matandeta, justo hoy hace un año. para celebrar con Emilio su matrimonio un día antes en los juzgados. Era el fin de semana de los carnavales en Vinaròs y me los perdí por estar presente. Micalet es alguien muy especial en mi vida. Después de seis años trabajando a mi lado en la cocina, se marchó, como el resto, echando pestes de mí. No esperes ni cartas ni llamadas me dijo cuando le di mi regalo de despedida. Un preciso anillo que creo nunca se ha puesto.
Pero estoy segura de que funciona la ley del péndulo. Lo que hoy te enfurece, te llena de rabia, de tristeza o te hace llorar, dentro de unos años esbozará una sonrisa en tu cara e incluso te hará partirte de risa. Poco a poco han ido regresando aquella panda de adolescentes que aprendieron a ser cocineros con la mujer que no quería ser cocinera: José Miguel Paris, Miguel Ángel Jiménez, Pepe Bello. Todos ya acercándose a la cuarentena, con la adolescencia en la mochila de las vivencias. Este año de pandemia trajo también lo bueno de lo malo: recuperar a mis chicos, a los que ayudé a entrar en la edad adulta con mis relatos, mis risas y mis neurosis. Una madre putativa que les sigue aún hoy. Ya queda menos para que nos volvamos a reunir a celebrar la vida. Ánimo y a resistir. Aquí siempre está vuestra casa.
Siempre me ha dado por resistir, pero no estoy seguro de que esa sea la mejor opción. Nunca sabremos si hemos acertado o no, salvo que exista el otro mundo y allí lo veamos claro. Puede ser terrorífico.
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