El viernes pasado, víspera del Día Internacional de la Eliminación de la violencia contra las mujeres, el Tirant lo Blanch, el instituto de educación secundaria de Torrent, en el que imparto clases de francés, amaneció con un gran mural obra de las compañeras Concha Cuenca y Paula Pellicer, profesoras de Economía y Latín. El mural se anunciaba con dos palabras : Efecto _ Causa y en él se mostraba el desprecio a las mujeres a lo largo de la historia, ya fuera a través de las palabras de filósofos conocidos por los estudiantes, de escritores, o de frases extraídas de la misma Biblia.
A la hora del recreo, el alumnado se acercaba a contemplar la obra de sus profesoras. Fíjate, menuda frasecita soltó Picasso "Las mujeres o son diosas o son porteras" comentaba Salvador G. un estudiante de primero de Bachillerato Artístico. Y eso que todavía no sabe nada de cómo el genio de la pintura trató y se comportó con todas las mujeres de su vida. Sólo una, Françoise Gilot, se atrevió a abandonarlo. Y ello le valió que el gran artista malagueño no quisiera volver a tener relación con los hijos en común, Paloma y Pablo. Una cosa es la obra y otra su autor.
Se acerca Gustavo, un estudiante de 2ESO que, aunque no asiste a mis clases, lo conozco por las guardias. Es una especie de erudito en historia, pasión que, según me comentó, le ha inculcado su padre. Cuando le señalo la frase de Napoleón, me dice: Era un dictador, qué te esperabas? Y se aleja, tranquilamente, hacia el patio.
Veo cómo mis estudiantes de 4ESO se fotografían delante del mural y fotografían muchas de las frases. Kenza me pregunta quién fue Rousseau. Se lo explico y, como no quiero despistarlos de lo que tienen delante, ni se me ocurre comentarles que en los años ochenta conocí hombres que habían luchado contra el franquismo, algunos de ellos hasta habían pisado la cárcel, hombres progresistas amantes de la libertad y la democracia y a los que escuché frases como: Si a fulanita le han dado un alto cargo, seguro que es porque se está acostando con alguien importante.
No hace tanto, en la anterior legislatura, recién creado el ministerio de Igualdad, otro caballero, que se declara de izquierdas, me espetó: Tal como están las cosas, yo no entro solo con una mujer en un ascensor. Por qué? Por si nos da por inventarnos las denuncias?
Si todos estos, cultos y progresistas, pensaban, siguen pensando así, cómo lo harán respecto a las mujeres, los que todavía andan metidos en la caverna.
En el mural, aparecen también datos sobre los asesinatos machistas. La violencia contra las mujeres es un arroyo fluido que parece no tener fin. El sábado hubieron manifestaciones en todo el mundo, en contra de esa violencia. Los más jóvenes, los adolescentes, parecen tenerlo claro. Las compañeras son sus iguales y la mayoría de las veces, mucho más trabajadoras y estudiosas. Sin embargo ...
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INI) en 2021, el mayor aumento de víctimas de violencia de género se dió entre las chicas de menos de dieciocho años, un 28.6%. Ese año, 661 chicas adolescentes contaban con órdenes de protección o medidas cautelares. El año anterior, marcado por la pandemia, el número bajaba hasta 514.
Ayer, Día Internacional de la Eliminación de la violencia contra las mujeres, Save the children recordó que las adolescentes que sufren violencia de género siguen siendo poco visibles, cuando son las que necesitarían mayor atención.
Pero además, y héte ahí la paradoja, ellas no se identifican como víctimas. Que su pareja les controle el móvil, que les haga comentarios acerca de cómo se pueden vestir o no, o con quièn salen de fiesta, ellas lo entienden como amor.
El informe de Save the children analiza que el 6,2% de las adolescentes de 16 y 17 años ya han sufrido violencia física por parte de parejas o exparejas. Las nietas y las hijas de aquellas que nos batimos el cobre porque se nos reconocieran nuestros derechos como personas parece que están confundiendo la velocidad con el tocino. No es amor, es control sobre sus vidas. Unas adolescentes, académicamente preparadas que, sin embargo, parecen no entender que no se trata de tener relaciones con seres superiores sino con compañeros.
Hace algunos cursos, en una tutoría, una alumna se levantó muy cabreada y nos dijo que para la mayoría de los chicos que conocía, hacer el amor era interpretar una escena porno.
Esa es otra. En estas edades, la influencia de la pornografía es evidente. Los expertos de FAD Juventud hanrealizado un estudio sobre la relación de la juventud, incluída la adolescencia, con la pornografía. Las conclusiones son alarmantes. La pornografía está extendidísima sobre todo entre ellos. Los chicos son los grandes consumidores. Uno de cada cinco visiona sexo explícito a diario y la mitad al menos una vez a la semana. El acceso al porno es cada vez más precoz. Se produce sobre los trece años, pero una cuarta parte de menores ya comienza a verlo antes de los once y hasta un 6,5% conoce la industria del sexo con ocho años o menos.
El 47,4% de los adolescentes que ha visto contenido pornográfico ha llevado alguna escena a la práctica y no siempre con consentimiento previo según el informe Desinformación sexual: pornografía y adolescencia. Y ya no hablemos del peso que tienen las redes sociales y actúan como herramientas de control, humillación, chantaje y celos.
Si este es el problema solapado y silencioso que, como una mancha de aceite se va extendiendo entre nuestra adolescencia, si nunca hubo tantas campañas de concienciación, tantas manifestaciones, tantos testimonios contra la violencia de género...
Yo me pregunto, ¿qué estamos haciendo mal?
Que tengan una feliz semana.
Y quién hablará de nuestras madres y abuelas que sufrieron en silencio, violencia de género en su hogar, violencia en sus carnes y en su mente, silenciadas por una sociedad machista y patriarcal, teniendo como únicos testigos a sus hij@s, angustiados y temblando de terror por lo que estaban viviendo.
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ResponderEliminarGrandes personajes , hijos de su época, que a ojos de hoy vemos como terriblemente machistas. Hemos avanzado, queda mucho pir hacer.
ResponderEliminarM Dolores, ha sido un honor conocerte, hablar contigo, leerte,
ResponderEliminarY sobre todo ver las verdades q publicas, siempre nos quedará en el pensamiento.
Nos trasporta a pensar, y a ser mejores