La Casa Azul se encuentra en una calle paralela a Enramadas, el eje central donde transcurre la vida colectiva santiaguera. Su propietaria, Norka Cabrales, arquitecta de formación y de profesión la ha convertido en lugar de huéspedes. Por aquí recalan quienes pasan por la capital del Oriente y buscan tranquilidad y sosiego después de disfrutar de la marcha de la ciudad.
Norka conoce muy bien nuestro país que ha visitado en varias ocasiones,sobre todo Córdoba donde amplió estudios. Hay mucho silencio en su casa, decorada con muebles modernistas y su patio cuenta con un jardín vertical para el desayuno, contundente y delicioso.
El santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba, se encuentra a veinte kilómetros de Santiago. Nos subimos en un camión con dos bancos corridos en los laterales. Yo consigo sentarme porque un joven me cede su asiento. Pepa se sujeta como puede de la carrocería metálica que cubre una lona azul, Me comenta si nos pagarán por habernos subido aquí.
La Basílica Santuario Nacional de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, más conocido como Santuario del Cobre es uno de los lugares religiosos más venerados por los cubanos. Un cuarenta por ciento son católicos. Aunque en la realidad lo que más prima es el sincretismo religioso. Te puedes encontrar a los practicantes de la religión yoruba rezando en las iglesias.
Desde lo alto del santuario puedes ver dos minas a cielo abierto: una de cobre y otra de oro. Y las estribaciones de Sierra Maestra.
El regreso es menos accidentado. Hemos mejorado el transporte. Ahora se trata de una camioneta con asientos. Cuando llegamos a la plaza de la Revolución diluvia. Si queremos subir hasta el Morro es necesario otro transporte público. Otra camioneta. Por las grietas del techo se cuela la lluvia. El trayecto final lo hacemos en la cabina de un camión. Dos chicos negros transportan gasoil hasta el hotel, al lado del castillo de San Pedro de la Roca del Morro. Desde mis tiempos de Interrail, con dieciocho años, no hacía una cosa así. Llevo todo el día riéndome sin parar. Hacía tiempo que no me reía tanto. Mi cuerpo y mi mente no tienen la misma edad.
El Morro es una fortificación militar renacentista construida en 1648 con el fin de proteger la ciudad de Santiago contra un ataque naval. Fue protagonista de hechos importantes en los que participaron corsarios y piratas en los siglos XVII y XVIII. En julio de 1898 fue escenario de la batalla naval de Santiago de Cuba y del fin del dominio español en el continente. Más se perdió en Cuba, dice la frase española.
Y cómo volvemos a Santiago? Dos de las guías del Morro terminan su horario laboral y nos hablan del autobús de los colombianos, trabajadores en la zona. El gobierno les ha pedido que permitan el traslado de los cubanos. Pero no admiten turistas. Le digo a mi prima que no abra la boca. Llegado el caso, yo diré que trabajo en la embajada española y he venido a una reunión a Santiago y que si no nos dejan subir organizo un conflicto diplomático. Pero no es necesario, el chofer vira la cabeza hacia el otro lado cuando le extiendo los veinte pesos, unos céntimos de euro. El transporte público en este país es barato, muy barato. Pero sobre todo, escaso.
Llegamos en bici taxi al cementerio de Santa Ifigenia. Hay parada militar delante de la tumba de Fidel Castro y del mausoleo de José Martí. Le cuento a un oficial que Martí era de padres valencianos y en Valencia pasó algunos años de su infancia.
Cómo en todos los cementeros, aquí hay mucha paz. Y nos vamos para la casa de Norka Cabrales a seguir respirándola, acompañada de silencio.
Salve y ustedes lo pasen bien.