jueves, 26 de septiembre de 2024

EN LA CASA DE LA TROVA

En el gran árbol de la música cubana existe la trova. Canciones que son pura poesía. Después de la Revolución cubana nace la nueva trova: Silvio Rodríguez y Pablo Milanés, dos cantantes conocidos y queridos por los españoles, representan este movimiento musical.

La casa de la trova cubana de Santiago se encuentra en la calle Heredia, muy cerca de la catedral. Son las once de la mañana cuando nos sentamos a tomar café y conocemos a Rocky Levi, cantante, compositor y músico, cuyos vídeos pueden ver en YouTube. 

Rocky en realidad se llama Santiago González y su bisabuelo era de Gran Canaria. Tiene cuarenta y dos años, aunque no aparenta más de treinta. Nos cuenta que no quiere marcharse de su país. Sabe que fuera de aquí no pasaría de ser un cantante de salsas y merengues. Que no podría competir con los Alejandro Sanz, David Bisbal... A la reja que da a la calle, se acaba de asomar una chica de unos cuarenta y cinco años. Lo llama, él sale, la besa en una mejilla y nos la presenta en la mesa. Katia García, que así se llama la joven, vivió ocho meses en Madrid. Volví porque enfermé de los nervios, nos cuenta. Si, en nuestro país hay mucho stress, añade Pepa.

Ahora soy la presidenta. Ya nos hemos levantado para marcharnos cuando le pregunto. La presidenta de qué? Pues de Cuba, me contesta. Y qué pasa con Miguel Díaz-Canel? Le interrogo. Pues que lo van a votar si no lo han votado ya.

Me sentaría, me quedaría a escuchar ese incipiente relato, esa historia que la vida y Katia Garcia me regalan. Pero ya me levanté y sería demasiado evidente.

Rocky Levi, Santiago González, sonríe. Esto solo puede suceder en Cuba.



RUMBO AL COBRE

 La Casa Azul se encuentra en una calle paralela a Enramadas, el eje central donde transcurre la vida colectiva santiaguera. Su propietaria, Norka Cabrales, arquitecta de formación y de profesión la ha convertido en lugar de huéspedes. Por aquí recalan quienes pasan por la capital del Oriente y buscan tranquilidad y sosiego después de disfrutar de la marcha de la ciudad. 

Norka conoce muy bien nuestro país que ha visitado en varias ocasiones,sobre todo Córdoba donde amplió estudios. Hay mucho silencio en su casa, decorada con muebles modernistas y su patio cuenta con un jardín vertical para el desayuno, contundente y delicioso. 



El santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba, se encuentra a veinte kilómetros de Santiago. Nos subimos en un camión con dos bancos corridos en los laterales. Yo consigo sentarme porque un joven me cede su asiento. Pepa se sujeta como puede de la carrocería metálica que cubre una lona azul, Me comenta si nos pagarán por habernos subido aquí. 





La Basílica Santuario Nacional de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, más conocido como Santuario del Cobre es uno de los lugares religiosos más venerados por los cubanos. Un cuarenta por ciento son católicos. Aunque en la realidad lo que más prima es el sincretismo religioso. Te puedes encontrar a los practicantes de la religión yoruba rezando en las iglesias.

Desde lo alto del santuario puedes ver dos minas a cielo abierto: una de cobre y otra de oro. Y las estribaciones de Sierra Maestra.


El regreso es menos accidentado. Hemos mejorado el transporte. Ahora se trata de una camioneta con asientos. Cuando llegamos a la plaza de la Revolución diluvia. Si queremos subir hasta el Morro es necesario otro transporte público. Otra camioneta. Por las grietas del techo se cuela la lluvia. El trayecto final lo hacemos en la cabina de un camión. Dos chicos negros transportan gasoil hasta el hotel, al lado del castillo  de San Pedro de la Roca del Morro. Desde mis tiempos de Interrail, con dieciocho años, no hacía una cosa así. Llevo todo el día riéndome sin parar. Hacía tiempo que no me reía tanto. Mi cuerpo y mi mente no tienen la misma edad.



El Morro es una fortificación militar renacentista construida en 1648 con el fin de proteger la ciudad de Santiago contra un ataque naval. Fue protagonista de hechos importantes en los que participaron corsarios y piratas en los siglos XVII y XVIII. En julio de 1898 fue escenario de la batalla naval de Santiago de Cuba y del fin del dominio español en el continente. Más se perdió en Cuba, dice la frase española.

Y cómo volvemos a Santiago? Dos de las guías del Morro terminan su horario laboral y nos hablan del autobús de los colombianos, trabajadores en la zona. El gobierno les ha pedido que permitan el traslado de los cubanos. Pero no admiten turistas. Le digo a mi prima que no abra la boca. Llegado el caso, yo diré que trabajo en la embajada española y he venido a una reunión a Santiago y que si no nos dejan subir organizo un conflicto diplomático. Pero no es necesario, el chofer vira la cabeza hacia el otro lado cuando le extiendo los veinte pesos, unos céntimos de euro. El transporte público en este país es barato, muy barato. Pero sobre todo, escaso.


Llegamos en bici taxi al cementerio de Santa Ifigenia. Hay parada militar delante de la tumba de Fidel Castro y del mausoleo de José Martí. Le cuento a un oficial que Martí era de padres valencianos y en Valencia pasó algunos años de su infancia. 

Cómo en todos los cementeros, aquí hay mucha paz. Y nos vamos para la casa de Norka Cabrales a seguir respirándola, acompañada de silencio.

Salve y ustedes lo pasen bien.






miércoles, 25 de septiembre de 2024

Y FUIMOS A SANTIAGO

 Cuando llegue la luna llena/ iré a Santiago de Cuba/ iré a Santiago, en un coche de agua negra/ iré a Santiago./ Cantarán los techos de palmera. Iré a Santiago .

                    Son de negros en Cuba

                 Federico García Lorca

       


       Casi novecientos kilómetros de distancia separan La Habana de Santiago de Cuba. Dieciocho horas de autobús. Mi cuerpo y mi mente no tienen la misma edad, pero mi cuerpo resiste. De vez en cuando la guagua de Viazul se para en mitad de la carretera sin venir a cuento. De regreso averiguaremos que es para ir a la toilette. Los hombres lo tienen fácil. Se ponen de espaldas al vehículo. Las mujeres detrás de un árbol o unos matorrales. Ya se alivió? Me pregunta el chófer. Ahora viene lo peor. Las personas cubanas que nos acompañan llevan mantas, anoraks. Para qué si estamos en Cuba y la temperatura media son treinta grados? Pronto lo averiguaremos. 

De madrugada, el frío es insoportable. Dieciocho grados. Le pedimos al chofer que suba la temperatura. No puede, se empañaría el cristal. Vamos en camiseta y pantalón corto.

Por favor, aquellos que busquen comodidades, absténganse de viajar a Cuba. No hay, no molesten.

Santiago de Cuba es la segunda ciudad del país por su población, historia y economía. La fundó el conquistador español Diego Velázquez de Cuéllar en 1515.y desde entonces Santiago fue la capital de la Capitanía General de Cuba, dependiente del Virreinato de la Nueva España. La casa de Velázquez, la primera de la isla sigue conservando su poderío en la plaza de Armas.

Cristóbal Colón ya había avistado su abrigada bahía en sus primeros viajes a América. En 1522 fue declarada sede catedralicia y contó con la primera catedral de la isla.

Hernán Cortés fue el primer alcalde de la ciudad y de ella partió hacia la ciudad de México. De Santiago marchó también el explorador Pánfilo de Narváez rumbo a las costas de Florida en viaje exploratorio que terminó en fracaso y le costó la vida.

Llegamos muy pronto a Santiago. Sobre las ocho de la mañana y un taxi bici nos conduce a La Casa Azul, el bonito hospedaje de Norka Cabrales. Pero esa es una historia para otro día. La verdad es que estoy cansada.

Ya saben, si van a Cuba, como decía aquel cartel de La Habana: NO HAY, NO MOLESTES.

Salve y ustedes lo pasen bien.









sábado, 21 de septiembre de 2024

TOPES DE COLLANTES

 

Cuba es verde, selvática, tropical. Cuba rezuma naturaleza y vida. Y si hay un lugar que represente esa Cuba es el Paisaje Natural Protegido Topes de Collantes. Una inmensa zona de la isla, dentro de la Sierra del Escambray, en la provincia de Sancti Spiritus, muy cerca de Trinidad y del Valle de los Ingenios, ambos declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1988.


Nuestro hotel está en mitad de la selva. Al día siguiente un camión nos lleva hasta el Parque Nayara. El vehículo es de fabricación rusa, pero los frenos son chinos y el motor alemán. El chófer nació en Cuba. Y nuestro guía, Luis, también. El joven es licenciado en lenguas y también sueña con marcharse de su país. Emprendemos una caminata de cuatro kilómetros por la selva.


Luis nos habla de la fauna y la vegetación del parque. Vemos por primera vez el tocororo, el pájaro nacional. Su plumaje tiene los mismos colores que la bandera cubana: Azul, rojo y blanco. No sobrevive en cautividad. 
El guía nos habla del árbol del mamey o zapote, que tarda diez años en dar frutos, de la palma real, árbol nacional, con setenta millones de ejemplares en toda la isla. De la planta del café, que necesita altura y humedad. Y las dos variedades de Cuba: arábiga y robusta. Y observamos la flora. Hay un sinfín de mariposas que así se llama la flor nacional de Cuba. Y la jungla huele a ella y a café y a vainilla y chocolate.
Parece que el resto del mundo no existiera y nada malo nos pudiera alcanzar nunca. Y ojalá así fuera.
Salve y disfruten de las fotos. Merecen la pena.









CIENFUEGOS Y TRINIDAD

 Llegamos sobre el mediodía a la ciudad de Cienfuegos, hermosa y noble. Competidora siempre de La Habana. Con su paseo, parecido al Prado, pero menos. Su malecón al estilo del habanero, pero más pequeño. Nos dirigimos al puerto náutico para comer. Cuatro veleros, uno de ellos con bandera española.

Allí me entero, vía internet, del fallecimiento repentino de Javier González, director de los CDTs de la Comunidad Valenciana. No me lo puedo creer. No salgo de mi asombro. Y los recuerdos se me agolpan frente a este mar tan calmado, Javier me ayudó mucho en otra de mis vidas. Aquella en que tuve que pelear durante doce años entre las paredes de una cocina sin ser cocinera, cuando contaba historias y soñaba con viajes. Javier era una persona de trato afable que hizo mucho por la gastronomía y la hostelería valencianas.

Venimos a este mundo con el billete del último viaje en el bolsillo, así que no hay que hacer cola para adquirirlo y en la maleta solo nos llevaremos aquello que aprendimos, que apresamos al vuelo, Mal asunto cuando el paisaje humano que te ha acompañado empieza a desaparecer.

Buen viaje, Javier y gracias por tanto.

La ciudad de Cienfuegos es conocida como la Perla del Sur. Cuenta con el segundo puerto más importante del país. Está ubicada en la península de la Majagua, a la orilla de la bahía de Jagua.

Cienfuegos debe su origen al interés de las autoridades imperiales españolas por desarrollar nueve ciudades en la isla. Fue fundada por colonos franceses en la segunda década del siglo XIX. La llamaron Fernandina de Jagua en honor del rey Fernando VII y a la estirpe aborigen. Diez años más tarde, el rey autorizó el cambio de nombre y se le impuso el actual en honor del capitán general de Cuba, José Cienfuegos Jovellanos.




Cienfuegos es una hermosa ciudad con un importante movimiento artístico y cultural.

Seguimos camino a Trinidad. Es la segunda vez que la visito. La descubrí en mi anterior viaje. Colonial, bella y auténtica.

Fundada en 1516 por el español Diego Velázquez fue la tercera villa que conoció Cuba. Es una de las mejor conservadas.

El cielo se cierra y comienza a diluviar. Nos refugiamos a beber canchánchara y a escuchar Guantanamera. Después, nos llevan al hotel en Topes de Collantes. Javier González sigue a mi lado. Su sonrisa y su recuerdo me acompañan. Y mis lágrimas se confunden con la lluvia.