sábado, 29 de septiembre de 2012

¿QUIÉN TEME A ROUSSEAU?


¿Sabían que el francés es una lengua perfecta para hablarse de Vd. en público y en la intimidad? Ahí está el ejemplo de George Sand y sus amantes, algunos tan famosos como Alfred de Musset y Fréderick Chopin. Y si no, en el siglo pasado y teniendo como testigo los cafés y calles de Saint Germain de Prés, Jean Paul Sartre y Simone de Beauvoir, que a pesar de su larga y prolífica relación, tanto personal como literaria, no osaron jamás traspasar la línea que lleva en la lengua al tuteo.
El usted es respetuoso, pero también elegante en francés.
Eso mismo deben de pensar los profesores y alumnos de la Universidad francesa, que siguen tratándose de Vd. El enseñante es señor o señora, los alumnos son damas y caballeros.
Y por aquí empezó el lunes nuestra primera clase, por el mundo cortés de las damas y los caballeros de la literatura medieval. La leyenda arturiana, el mundo de Lancelot, caballero perfecto, aparentemente, de la tabla redonda, la obra de Robert de Borón, "Merlín", que estudiaremos. A la presentación de la asignatura acuden las dos profesoras que la impartirán a lo largo del cuatrimestre, que aquí se llama semestre. Caigo en la cuenta de que las dos profesoras de Literatura Medieval, Elodie y Valérie son pelirrojas. En la Edad Media los pelirrojos eran comparados a los demonios, rechazados, denostados y en nuestra tierra... "home roig i gos pelut, antes mort que conegut".
Pero también hay clases en literatura clásica, sobre Rousseau. Este año se celebra el tercer centenario de su nacimiento.
Quiero estudiar a Rousseau. Envio un correo a mi coordinador español porque me salgo de los créditos que puedo cursar este cuatrimestre.
"Pero, por qué quieres estudiar tanto" me pregunta vía Internet.
"Porque quiero ser una mujer sabia", le respondo. "Pero si ya lo eres. Tienes mucha savia en el tronco de tu vida"
Rousseau era contradictorio. Lleno de paradojas. Misógino, masoquista, venerado por unos  y despreciado por casi todos. Se peleó hasta con su  entrañable y querido amigo Diderot que acabó de él hasta el pirri. Sin embargo, un gran filósofo cuyas ideas impregnaron la revolución que cambió la forma de entender el mundo en Occidente.
Habrá que estudiar y comentar sus "Confessions" y "La Nouvelle Heloïse".
Este fin de semana, podría irme a Marsella que celebra su Feria Internacional hasta el día 1 de octubre. O acercarme a Puy Saint Reparade, que me pilla cerca de Puyricard y también celebra Feria dedicada al mundo del caballo.
Pero para el lunes tengo que tener terminada la primera parte de "La Nouvelle..." y el primer libro de las "Confessions", así que decido quedarme estos dos días en la cama con... Rousseau.
Por favor, no se lo cuenten a mi marido.

domingo, 23 de septiembre de 2012

Erasmus con bouillabaisse

¿Por qué nos pone tan tristes despedirnos de los niños si un día crecerán y sin ningunas contemplaciones, serán ellos los que nos digan adiós?
Apuntan los psicólogos que la adolescencia es un regalo de los dioses a los padres para que no les duela separarse de los hijos. Y luego ratifican, que los nietos son un regalo de los dioses a los padres, por no haber matado a sus hijos.
Pues en esa fase estoy yo. El pasado seis de septiembre mi marido y mi nieto volvían a España, después de que disfrutáramos durante quince días de la hospitalidad de Carina Moya y su familia, que viven en Gargas, en plena campiña francesa, a 50 Km. de Aviñon.
Ellos se van y a mi me espera  Derek Moxon, mi casero durante mi estancia en Provenza. Vivo en Puyricard, a 7 km. de Aix-en-Provence, un pueblo residencial rodeado de viñedos y lleno de caminos que siempre conducen al mismo sitio.
Tenemos reunión de reunión de Erasmus en la Facultad de Letras, seremos unos doscientos. Y por más que mire y remire no encuentro a nadie que ni por asomo se asemeje a mi edad. O sea, que el primer día me siento como un salmón dentro del puchero valenciano el día de Navidad.
No temblar a menos que el suelo tiemble,
Las clases no empezarán hasta el lunes 24. Este año se han fusionado las universidades de Aix y Marsella . Con ello se han convertido en el mayor establecimiento público universitario del Mediterráneo y quizás también en el mayor desorganizado por el momento.
Pero demos un voto de confianza y esperemos que ellos se aclaren y nosotros también.
Como me sobra tiempo para reconocer el contexto en el que voy a vivir los próximos meses, el lunes me fui a Marsella, a pesar de las advertencias de que es una ciudad peligrosa. Leo en la portada del semanario "Marsella, territorio perdido de la República". Marsella-Provence será la capital europea de la cultura en 2013.
Llego muy pronto a la ciudad y la encuentro espabilando del tedio y del calor de ciertas mañanas de septiembre en las que parace que no va a ocurrir nada en la vida, pero sí que ocurre.
Lo primero que me llama la atención es el olor. Marsella huele a puerto y a especias, a mar y a salitre. Lo  segundo el color y me doy cuenta  de que es un color de mezcla humana. Marsella la habitan armenios, musulmanes, cristianos y judíos. Un crisol de razas y de culturas. Un lugar donde en la arena de la playa se mezclan ricos y pobres. Pero, a pesar de su pasado, Marsella más bien parece un recuerdo del futuro, de lo que devendrá el mundo globalizado y que aquí ya lleva siglos existiendo: la multiculturalidad configura Marsella.
Marsella es la ciudad más antigua de Francia, fundada hace 2600 años por los fenicios. A la ciudad la llaman también, la de las 145 nacionalidades, que en este momento, sufren y padecen la crisis ecoómica.
Me paseo por Promenade la Corniche, encima del mar y rodeada del verde de las montañas y de las villas lujosas. Hace calor, la luz es brumosa y la isla de If desafía el tiempo, la vida y la literatura.
Y para festejar la alegría de estar viva, voy y me como una bullabesa. A votre santé, bon appétit!